miércoles, 8 de marzo de 2017

Festival Internacional del Libro y las Artes en UTRGV, Brownsville 2017.

La aventura comenzó desde el jueves 2 de marzo en la carretera: tomé un autobús a San Antonio donde me esperaban mis amigos, el periodista Alfredo Ávalos y el catedrático Santiago Daydi-Tolson. De ahí nos iríamos conduciendo hasta la frontera donde nos reuniríamos con más escritores para presentarnos en la UTRGV (University of Texas at Rio Grande Valley) y en el Consulado Mexicano.
Miriam Arellano, Alfredo Ávalos, Ramiro Rodríguez, Santiago Daydi-Tolson,
Erika Said, Gerald Padilla, Rossy Lima, Maria Palitachi y Roberto de la Torre
El viernes 3 de marzo continuaban las actividades de FESTIBA (Festival of International Books and Arts) que habían iniciado desde el lunes en varios recintos de McAllen y Brownsville. El festival anual lleva ya varias emisiones, en esta ocasión lo organizaron los profesores Christopher Carmona y Rossy Lima, esta última amiga mía entrañable. Ambos son autores publicados y entre las muchas cosas que les admiro, están su devoción ciega por la poesía y su esfuerzo por promoverla.
Maria Palitachi, Gerald Padilla, Erika Said, Rossy Lima y Christopher Carmona
Por la mañana se llevó a cabo la Ceremonia de Donación de Escritores Vivos, en la que las invitadas de honor donaron a la biblioteca sus libros y otros artilugios como manuscritos inéditos o papeles con anotaciones hechas a mano. Esto con el propósito de que se guarden en la universidad en una "cápsula del tiempo". Las poetas fueron Wendy C. Ortiz de Los Ángeles, Sheila Maldonado de Nueva York, Estrella del Valle de El Paso y Maria Palitachi de Repúbica Dominicana.

De inicio me entusiasmó que se tratara de sólo mujeres, pues usualmente en estos eventos les hacen honores a los hombres. Sus propuestas eran muy diferentes, todas me cautivaron a su manera, pues en las cuatro se perciben preocupaciones sociales: desde cuestiones de raza e identidad, pasando por ecología, injusticia social, militancia política y tocando, casi todas, el problema de la desigualdad de género.
Wendy C. Ortiz donando fanzines con sus primeras publicaciones
Después continuamos con las mesas de lectura en las que participaron poetas locales y de diferentes latitutes del Texas. Dos mesas de poesía y una de narrativa, incluyeron la obra de Ramiro Rodríguez (editor de ALJA Ediciones), Edna Ochoa (teatrista), Mónica Ramírez (pintora), Ana Eleamar, Eréndira Santillana, Gloria Rodríguez, Alfredo Ávalos, Abel Badillo y Jorge Sáenz.

Por la noche, el Consulado de México en Brownsville prestó su espacio en el que nos presentamos todos de nuevo más otros tantos, incluyendo a las invitadas de honor y a los organizadores, quienes leyeron de sus libros: Aguacamino por Rossy E. Lima, 100 Twitter Poems por Christopher Carmona, One-bedroom Solo por Sheila Maldonado, Bruja por Wendy C. Ortiz, Las horas de aquel paisaje por Maria Palitachi y La Selva Afuera por Estrella del Valle.
Estrella del Valle leyendo sus poemas
Rossy E. Lima compartiendo un nuevo poema desde su iPhone
Erika Said en el Consulado de México en Brownsville
Entre vino de honor y cervezas en la cena, estuvimos listos para irnos a la cama y volvernos a ver el sábado 4 de marzo por la mañana en la Feria del Libro Sin Fronteras, que tuvo lugar al aire libre. Nos instalamos en una conocida placita del centro, cercana al Puente Internacional que divide a México de Estados Unidos. Yo incluso me crucé la frontera para desayunar en Matamoros con la fotógrafa Verónica G. Cárdenas, necesitaba comida mexicana para calmar la resaca. 
Erika Said, Wendy C. Ortiz y Sheila Maldonado.
Gloria y Ramiro Rodríguez, exponiendo sus libros de ALJA Ediciones. 
Sheila Maldonado con Downtown Brownsville de fondo.
Roberto de la Torre promoviendo su libro El Vampiro del Río Grande.
La feria acabó temprano y aún alcanzamos a visitar el muro fronterizo, casi como un paseo turístico, un lugar particularmente importante en este momento de la historia, pues aunque ha estado ahí durante años, apenas hoy se empieza a escuchar de él, como si fuera algo a construirse en tiempo futuro. Lo que nos preguntábamos es, ¿qué es lo que quiere construir el señor presidente, si el muro ha estado ahí desde siempre? Las fronteras que separan países son, finalmente, la ignorancia, la intolerancia, el odio. Las fronteras están en la mente. Este viaje me hizo observar que, mientras exista el arte y la poesía, ninguna frontera física podrá detener la expansión humana, ni censurar las mezclas raciales y culturales que han enriquecido a nuestro planeta desde principios de nuestra civilización.
Verónica Cárdenas, Rossy Lima y yo crudísima, rumbo al puente fronterizo.
Rossy Evelyn Lima en el muro fronterizo.
Enseñar la paz.
Dos sagitarianas hermanas de alma y poesía.
Del 2 al 5 de marzo 2017

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