jueves, 31 de diciembre de 2015

15 eventos afortunados de mi 2015 (bitácora)

1. Fui invitada especial del programa Writer's Live Series 
de la Universidad de Texas en Brownsville.

2. Asistí al Festival SXSW en Austin con algunos de mis mejores amigos:
Kent, Ale, Meny, Josué y Tony.

3. Bauticé a mi ahijada Micaela, hija de mi hermana Jessica 
y primera nieta de mi madre :)

4. Viajé a la isla de Puerto Rico. Prometí volver.

5. Publiqué el poemario Fuego del Aire (Media Isla 2015) en co-autoría con 
Vanessa Torres, Rossy Evelin Lima y Miriam D. Maldonado.

6. Lo presentamos en la UNAM-San Antonio junto con la exposición de las pinturas que se incluyeron en el libro, realizadas por Gaby Rico y Raquel Hinojosa.

7. Di varias lecturas durante el Encuentro de Escritores Letras en la Frontera.

8. Descubrí que soy buena cuenta-cuentos cuando me invitaron a leerle a niños 
a un evento del Ayuntamiento de San Antonio en representación de la UNAM.

9. Fui parte del libro multilingüe Outrage: A Protest Anthology for Injustice in a Post 9/11 world en el que participaron poetas de todo el mundo
y el cual presentamos en el Valle de Texas.

10. Instalé mi altar y mi cuarto de meditación/yoga.

11. Hice muchos nuevos amigos con quienes pasé un Halloween increíble.

12. Me tatué como auto-regalo por haber sobrevivido 30 años en este mundo :P

13. Acabé mi tesis titulada Posmodernidad en la poesía tamaulipeca del siglo XXI que tuvo buena aceptación por parte de mi comité de tesis. 
El proyecto me permitió acercarme a los poetas de mi estado.

13. Le agarré la onda a eso de ser maestra, 
aprendí de mis alumnos tanto como ellos de mí.

15. Me gradué del Máster en Artes Hispánicas por la Universidad de Texas en San Antonio. Aquí una foto con mi asesor de tesis, el chileno Dr. Santiago Daydi-Tolson.

El 2015 ha sido el año más difícil de mi vida. Pasé más desolación que en ningún otro año. Tuve pérdidas, accidentes, depresiones, conflictos, confusiones, enfermedades, noches sin dormir. Pero las agradezco porque con ellas vinieron eventos inolvidables que guardaré siempre en mi corazón (sin dolor no te haces feliz, dice por ahí Beto Cuevas en una rola-cliché). Así como 2015 me trajo muchos pesares, también me despertó la consciencia de que soy capaz de superarlo todo, y que después de haber tocado fondo, la vida pasa más ligera. Lo que antes parecía trágico e importante, ahora me da igual, porque sé que lo más bello siempre viene acompañado de momentos de extremo dolor, el ying-yang, todo eso. Así que he aprendido a no quejarme, a agradecer el pasado, vivir el presente y disfrutar las pequeñas cosas de una vida sencilla. ¡Venga, 2016! ...ya no le temo a nada.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Nacimos un noviembre de los años ochenta

1

como si no fuera suficiente
el campo magnético de tu mirada

como si tus palabras no germinaran
en forma de bosques en mi pensamiento,

como si tu cuerpo no me hubiera llamado
.                            a participar de él,
a hacer simbiosis de calor y fluidos,
mientras la ciudad amanecía
tú y yo
.          desaparecíamos del momento humano:

nos integramos a lo que ya no es materia.

pero seguimos siendo materia.

como si no fuera suficiente que aún lo seamos,
materia separada por la inmensa distancia,
dispersos en la búsqueda
de nuestra porción perdida,

como si no dolieras ya lo bastante
para que el dolor me obligue a borrar de mi historia
una de las noches más sublimes

.                             (y después la historia
se queda inconclusa, hueca, ¿pero acaso
habrá historias que al completarse terminen
en finales afortunados?

no lo creo, ni tú lo crees, y esa falta de fe
.                         corazón,
es la raíz de que hoy no estemos juntos).


2

como si tu nombre no fuera un conjuro
para atraer mis sonrisas,
y también, a veces, provocarme el llanto,

como si las horas sin dormir pensándote
más las horas de dormir soñándote
no hubieran sido ya suficientes,

como si todo aquello no.

me toca además cumplir años

el día de tu cumpleaños


3

cada año
mi celebración se convierte
en una celebración a tu recuerdo

así lo será hasta el fin.

así nos tocó, aterrizar el mismo día
en el mismo mundo, en la misma época,
en un mismo país,
hablar el mismo idioma.

4

aún no nos conocíamos.

la niñez en los años ochenta mirando
las mismas películas
en el Canal 5, soportando
las mismas modas que fascinaron a nuestros padres.

la pre-adolescencia en los noventa
cantando las mismas canciones de la radio nacional,
cuando todavía no éramos
historia convergente, porque aún
no nos conocíamos

5


nos veríamos a los ojos por primera vez,

todo sucedería
suave y orgánico,
nada de flechazos instantáneos

nos daríamos el tiempo para conocernos
de amigos, después de besos
mucho después de amantes

y desde el día uno en que tomé tu mano
he vivido enamorada de este cariño,
obsesionada con el reflejo
mío que encuentro en ti.

no sé si te pase lo mismo

(me gusta pensar que te pasa
para tener la excusa de seguirte amando)

6

todo lo que siguió no lo narraré acá
para que continúe
siendo sólo nuestro

todo lo que siguió
es una línea desdibujándose
con el caminar del siglo que envejece.

nosotros envejecemos como el siglo,

no nos hablamos más

pero nos comunicamos con la mente
(sé qué me escuchas porque yo
de vez en cuando también te escucho
y te extraño y te deseo
en silencio feliz cumpleaños)

7

hoy es nuestro cumpleaños y me he preguntado
si debería llamarte

hay veces en que saber de ti se vuelve necesidad
vital para mi espíritu

odiaría hacer tu cumpleaños un día
de memorias amargas

lo comprendo ahora porque más que nunca sé
que te amo

hoy que soy adulta entiendo mejor
de qué va

esto del amor
eso del desapego
aquello sobre el correr
no-lineal  del tiempo

8

hoy tengo para ti
puros buenos deseos

desearte a alguien como yo sería
tan sólo            desearte

a secas,

con un deseo egoísta de arrojarme a ti
y mientras avanzas volcarte
para que los dos cayéramos al suelo

quizás esta vez no nos levantaríamos
(¿recuerdas todos esos personajes
que admirábamos y que al final no se levantaron?)

lo más sensato, amor
será aguantar hasta que el deseo  muera
o me mate
o nos mate a ambos

hacernos a un lado, despejar el camino
y seguir deseándonos desde el silencio,
cada año, feliz cumpleaños

viernes, 23 de octubre de 2015

A mis 29 años: Poema de las aves y los años

Juan José Amador

He derramado tinta dos veces en veintinueve años

mi vida es una mancha larga de lodo en los barrios de la ciudad
y mi sombra pasa inadvertida en mercados, bares y campos de fútbol.
Las parcelas de enero están amenazadas por la maleza 
de la nueva década sin aviso previo 
mientras la ciudad crece desmesurada
con suburbios de escarnio,
hacia el oriente menos pensado, hacia el norte,
con brumosa pestilencia,
hacia el poniente del hambre, de trabajadoras
en la maquila inaugural.

Dos veces la tinta escapó sin forma alguna de mis dedos.
Veintinueve vagones atestados
o vacíos 
estremecen la vía que me lleva a la muerte.
He creído en medio de la noche escribir 
claros poemas en el viento,
y los he platicado a algún amigo lentamente 
pero sin mucha convicción.
Observo ahora que todos, por causas muy cercanas, 
llevamos un llanto en silencio, 
agua que escurre al fondo de una gruta.
Con simpleza guardamos entre libros la nostalgia.
Observo también que mi verso tuvo sus relojes averiados, 
que llegó tarde, sin aliento, 
que no arribó a la función de circos desolados.
Que mi verso estuvo junto a mi padre en la ebriedad de su juventud,
acompañó a mi madre en su embarazo primero 
y a mis hermanos en la muerte.

Dos manchas en la noche de veintinueve estrellas,
garabatos que superan apenas el amor que le tuve a la gente 
y la gente correspondió con desdén.
Me han acompañado en la memoria de terrosos vientos
pequeños ladridos de perro más bien corriente.
Mi verso ya estaba escrito, no fue mi mano, no,
no mi brazo torpe al fin. 
Mi verso viene sonando largo de mucho tiempo 
y ocupa, debe escribirse.
Mis versos han saboreado lo amargo de una tarde en aguacero
en la fugaz despedida
y han quedado repitiendo, sí, las sílabas 
dichas por última vez.
He pensado cualquier mañana haber escrito 
un poema claro durante el sueño.

Dos veces la tinta manchó el rumbo.
Veintinueve barcas han desatado sus amarras
y han carenado lenta, agónicamente en mi piel.
Sin embargo los días son tan desiguales,
tan sin balanza que podamos precisar 
que mientras una muchacha es depositada en su tumba
hay fiestas remotas, pueblos deshechos, reuniones banales, 
templos de luz tras la caída de hombres,
oraciones apagadas, capitales perdidas.
Mi verso espera el camión en la esquina 
atraviesa una plaza sola 
y se alegra en el oído de una muchacha triste.
Mi verso apenas se recuerda a sí mismo, 
tiene un solo lector moribundo (escribiéndolo)
y pisando en el comedor las migajas de la muerte.
Mi verso está aliado a la profundidad de una noria,
al viento que llega del huasteco,
a los vestigios de un río, a una adolescente, 
a la casa enorme de los abuelos,
a la tristeza que todos supimos ocultar.
Mi verso no tuvo alas, no precisó del mar,
careció de historia verdadera.
Mi verso, entiendo, está destinado a ir por ahí,
deambulando sin llorar, en la bruma de los años.
Quiere aparecerse en el espejo de la música,
y en los cerros elabora travesías íntimas.

Dos veces mi mano derramó la tinta
mientras alguien dictaba triviales sombras.
Veintinueve atentas y voraces aves en las ramas
altas del árbol de mi pecho,
picoteando mi corazón, destrozándolo.


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A punto de cumplir treinta años, me encuentro con este poema del tamaulipeco Juan José Amador, que tenía mi edad en 1989 y moriría jovencísimo, a los 35 años, en 1995. El texto me ha dicho muchas cosas y le ha dado voz a mi sentir con respecto a una crisis que tengo, común de nuestros tiempos desde el advenimiento de la era posmoderna, que los sicólogos denominan "crisis del cuarto de vida", pues suele atormentar a ciertos seres de entre 20 y 30 años.

lunes, 5 de octubre de 2015

Después del eclipse

Compilado de fotos del Encuentro de Escritores Letras en la Frontera 2015 el pasado 24, 25 y 26 de septiembre. Más bien es un compilado de cómo experimenté yo el encuentro fuera de lo meramente literario. Fue un programa extenso, con mucha literatura para digerir, lo cual llega a ser pesado en tan pocos días. Muuuucha literatura, de diversos estilos y cortes. De entre más de veinte autores publicados, el poeta más joven tuvo 27 años, y el más viejo 70. Así que hubo de todo: tradición y ruptura, feminismo y chicanismo, poesía existencial y poesía amorosa, narco-poesía, literatura infantil, narrativa humorística, narrativa erótica y quizás más que no puedo recordar.
Fotos: Javier Tinajero
Hicimos visitas a escuelas por la mañana, por la tarde lecturas y por la noche los viejóvenes nos íbamos de fiesta. Tres días anduvimos en pie desde las 9 am hasta la medianoche (el viernes hasta las 5 am), pues no lográbamos fragmentarnos, queríamos seguir juntos. Fue mágico. Esta vez logré conocer profundamente a mis amigos, que en su mayoría son poetas, algunos narradores. Y en el proceso me conocí a mí misma. El viaje, desde mi perspectiva (todo es tan subjetivo siempre), cerró el domingo, cuando despedí a los dos últimos escritores después de haber tenido un asado en mi casa. El eclipse se desarrollaba y yo, sentada en mi porche mirando al cielo, fumándome un cigarro entendí que la literatura ha cumplido en mí un ciclo (o muere ella o muero yo) y que es hora de dejarla reposar para ir a explorar otros territorios, de arriesgar, aunque tal vez ya no vuelva a ella, aunque me aterre el fracaso, aunque la vida se me vaya en seguir buscando a quien verdaderamente soy. Y lo que no soy, es escritora.
Narradores (Foto en UNAM por Javier Tinajero)
Lit Joven (Foto en Our Lady of the Lake por Alfredo Ávalos)
Con Carlos Acosta y Juan Miguel Pérez (Foto: Javier Tinajero)
Rossy Lima autora de Aguacamino y yo (Foto: Gerald Padilla)
Con Horacio Mancilla y Javier Tinajero (Foto: Kenton White)
Alfredo Ávalos, organizador. Javier Tinajero y yo (Foto: Kenton White)
El crowd en Our Lady of the Lake (Foto: Gerald Padilla)
Autores que presentaron libros (Foto: Gerald Padilla)
Autoras de Fuego del Aire (Foto: Javier Tinajero)
Para cerrar actividades, la presentación de nuestro libro Fuego del Aire tuvo lugar en la biblioteca de Our Lady of the Lake University el sábado, con una introducción del editor René Rodríguez Soriano:
Editor introduciendo el libro (Foto: Carmen Rodríguez)

Rossy Lima, Miriam Maldonado, yo, Vanessa Torres y Gerald Padilla.
(Fotos: Javier Tinajero)



lunes, 21 de septiembre de 2015

Border Lit / Literatura Fronteriza

Ya empieza el encuentro de escritores Letras en la Frontera 2015 y yo participo en dos ocasiones (abajo los flyers): el viernes en Our Lady Of the Lake University y el sábado en la biblioteca pública de San Antonio.
Este año se unen escritores de Texas, California, México D.F., Torreón, Reynosa y Nuevo Laredo. Los eventos comienzan desde el jueves con la presentación de dos antologías en la UNAM-SA y visitas a preparatorias, el viernes se presentarán libros de diferentes autores en OLLU y el sábado habrá un taller de creación literaria, seguido de la presentación de nuestro poemario Fuego del Aire.

martes, 15 de septiembre de 2015

Alurista y la poesía chicana militante

Comentario escrito para mi clase de Literatura Chicana + dos poemas de este poeta emblemático. 
"Encontré en Youtube este video de una lectura en la que Alberto Urista, a.k.a. Alurista, se presenta en una biblioteca de California. Observarlo fue más interesante que leerlo. Primero, porque de por sí la literatura chicana nace de una poesía militante escrita retóricamente para declamarse en público y conmover a las masas. Segundo, porque al menos en el caso particular de Alurista, resulta difícil separar su persona de su obra, ya que su poesía es tan lúdica y transgresora, como lo es él en cuanto a figura pública: su forma de vestir, de hablar en dos lenguas, su comportamiento al presentarse ante la audiencia, su actitud de bufón que se mofa de los academicismos y las formalidades.
       La rebelión en contra de la sociedad burguesa tan propia de la posmodernidad y del chicanismo, se refleja también en el empleo inusual que el poeta hace en contra de las normas de la literatura. Esto es más evidente en su obra escrita. En ella enfatiza lo humano y lo artístico sobre lo académico y teórico, lo espontáneo y expresivo antes que la métrica bien medida y encorsetada
      No exenta de tintes políticos, con frases como “Zapatismo en Amerindia” o “Todo para todos, nada para nosotros”, toca temas de fascismo, racismo, capitalismo, a la vez que retoma la idea del mexicano no asimilado en Estados Unidos, así como otros asuntos propios de la imaginería mexicano-americana, al hablar de personajes como cowboys, charros, indios mayas, brujas. 
     Pero, a diferencia de sus predecesores, Alurista lo hace desde una postura contemporánea. Un ejemplo es esta frase en la que habla de los hijos de La Llorona, dándole un giro a la historia popular. En lugar de haberse ahogado en el río del pueblo, se ahogan en prácticas propias de nuestra sociedad actual: “Her children devoured by the computer”. 
       Así, este poeta refresca una tradición chicana que hasta los años 70 se centró en la poesía de tinte campesino. Alurista se aleja de los guiños al corrido mexicano y a la canción popular, para inmergir en un estilo vanguardista, en el que utiliza el Spanglish e inserta el náhuatl dándole un uso no-tradicional al lenguaje. Lo mismo hace al inventar neologismos como “anglosangronía”. 
      También prueba a experimentar con el formato de los poemas (caligramas, comas representadas por espacios en blanco, etc) e incluso con el formato mismo del libro-objeto, como sucede en "Floricanto" (título venido del término in xochitl, in cuicatl, que en náhuatl significa poesía), en donde se incluye arte visual. Este poemario fue el primer libro bilingüe inglés-español que se publicó en Estados Unidos y, como cereza del pastel, se imprimió en un empastado de dimensiones irregulares y diferentes a las de cualquier libro que se encuentra comúnmente en bibliotecas y librerías.
     Tanto la actitud ante la vida que este poeta adopta, como lo estrictamente literario de su obra, decantan en un estilo automático y espontáneo, que pasa a veces por sencillo o descuidado. Pero si se le observa minuciosamente, el lector encontrará que se trata de un escritor sumamente educado, cerebral, idealista, cuya poesía incurre en una ambición por innovar, a la vez que cumple con la finalidad social de hacer al lector consciente de la lucha de identidad por la que atraviesan los mexicano-americanos. Todo lo anterior da como resultando un producto literario bien acogido por la crítica, que se ha convertido en un estandarte de la poesía chicana posterior a él."





viernes, 4 de septiembre de 2015

"Conjurando Elementos" y video del poema Chica New Age decide vivir el presente

Cuatro mujeres hispano-texanas decidimos emprender un proyecto en el que cada una personificara, por medio del yo poético, uno de los cuatro elementos. Somos dos mexicanas: Rossy Evelin Lima (agua) quien vive en McAllen, y yo (aire) que vivo en San Antonio; así como la colombiana Vanessa Torres (tierra) y la puertorriqueña Miriam Maldonado (fuego), ambas radicadas en Houston. Para la presentación el pasado 20 de agosto en UNAM-USA, contamos con la participación de las pintoras mexicano-americanas Gaby Rico y Raquel Hinojosa, residentes del Valle de Texas.
Aquí uno de mis poemas que forman parte de esta colección:
Ahora trabajamos en una antología que será publicada por Mediaisla Editores e ilustrada por las pintoras mencionadas. Lo que buscamos es llamar la atención desde el feminismo, la vuelta a una humanidad elemental en contacto con la naturaleza, la inmigración, la inclusión racial, entre otras cuestiones, pues teniendo doble nacionalidad sufrimos, como muchas otras personas en nuestra situación, conflictos de identidad y choques culturales que además son problemas extendidos en todo el mundo occidental debido a la sociedad neoliberal globalizada en la que vivimos.

jueves, 13 de agosto de 2015

Próximo jueves en la UNAM-USA.


miércoles, 24 de junio de 2015

Soy demasiado vieja para ir a festivales

Austin City Limits
"Ya estoy vieja para ir a festivales de música", me he encontrado a mí misma repitiendo esta frase por años. Más argumentos contra festivales los escucho en boca de mis amigos: "odio que se llene tanto que ni estás agusto", "odio ver a la banda chiquitita y a través de las megapantallas", "prefiero ver sus conciertos en Youtube", "odio ser enana y lidiar con los grandulones que se plantan enfrente". Yo también odio eso, odio los festivales, pero asisto porque son la única forma de ver en vivo a mis bandas más queridas, de tener cerca a ese grupo de individuos que ha creado música para hacerme sentir, pensar, bailar, llorar... disfrutar, pues.

El problema tiene que ver, definitivamente, con crecer. A diferencia de años atrás, cuando mi única preocupación era aprobar las materias de la uni, invertía vastas horas en investigar talentos emergentes. Ahora reparto mi tiempo en mis muchos proyectos, en trabajar, estudiar, asear la casa, cocinar, hacer ejercicio, salir con amigos y mantener la dignidad de mis avatares en las redes sociales (crucial en el siglo XXI, ¿no?). Todo esto me deja con unas cuantas horas a la semana para hacer búsquedas musicales ya muy depuradas, de segunda o tercera mano, lo cual provoca que mi música sea la música que ya escuchan la gran mayoría de los mortales. Muy de vez en cuando dedico un fin de semana entero a buscar propuestas más "under", cambio la música de mi iPad y aguanto otros meses.

Modest Mouse en el FunFunFun Fest.
Lo mismo con los conciertos: antes pasaba días investigando qué bandas darían show en bares locales, las oía previamente y llegaba preparada para pasarla bien un martes, entre un público de 50 a 100 personas. Ahora sólo espero a que mi iPhone me avise, con la aplicación de conciertos, sobre las bandas más o menos "populares" que visitarán mis ciudades aledañas, rogar por que caiga en fin de semana, y ver si tendré tiempo y ningún otro compromiso para unirme a la horda de más de 200 personas que asistirán. Aún esto pasa cada vez menos. La neta es que hoy en día mis esperanzas se concentran en aguardar la llegada de los grandes festivales, para ver a mis bandas a un kilómetro de distancia, en calidad yo de partícula de polvo perdida en el mar de miles de adultos jóvenes, que pasan la mitad del concierto asegurándose de que su video se haya grabado bien en el celular (¿en serio alguna vez vuelven a ver esos videos?). 

En realidad oír y ver bandas populares no tiene nada de malo para mi ego, qué demonios, están chidas, me molan, con eso tengo (antes no: escuchar algo "mainstream" era sacrílego). Lo inconveniente es que la popularidad sí afecta mi experiencia con respecto a la música. Por eso odié el FunFunFun, Austin City Limits y el Corona Capital. Por eso me enamoré del Nrmal emisión Monterrey, el Utopia y el SXSW. Los dos primeros eran, al momento de yo asistir, festivales pequeños donde la masa fue cortés y suficientemente ligera como para escabullirme hasta adelante sin problemas. Así pude ver a las bandas de cerquita, mirar detalladamente cómo tocan sus instrumentos, qué equipo traen, qué caras hacen.

6th Street durante el SXSW
El SXSW merece especial mención, ya que, I mean, ¡sucede en toda una ciudad! Son tantas las bandas, y tantos los estilos musicales, y tantos los días, y tantos los bares, y tan grande el centro de Austin, que permite la misma experiencia de un festival pequeño: tienes que escoger cuidadosamente a qué show irás, a cuál de las cientos de bandas estás más deseosa de ver. Una vez tomada la difícil decisión, te diriges al barecito, pagas tu cover de $5 o $15 o $25 dólares, recoges tu cerveza gratis, te paras frente al escenario junto a otros 20 espectadores, y te preparas para establecer una conexión íntima con los músicos.

Heavenly Junkie, San Antonio, TX
El viernes pasado fui a un bar alt llamado Hi-Tones, ahí descubrí una banda local que, de verdad, me gustó más que muchas otras hiper famosas de las que llenan bares en Austin.
Nombre: Heavenly Junkie. 
Estilo: algo así como electroindie. 
Integrantes: un bajero y un programador-guitarrista. 
Número de personas en el público: 5. 

¡Cinco personas! En el patio había más de 50 alcoholizándose y hablando de estupideces, la barra estaba llena, pero frente al escenario sólo yo y otros cuatro freaks (vaya, ni mis amigos se quedaron). No entendía cómo los presentes podían estarse perdiendo de tanto talento. 

En el flow de mi borrachera descubrí, que para mí ése es el estado ideal de ver una banda, casi casi como ir a uno de sus ensayos: pude cerrar mis ojos y bailar, hice contacto visual con los músicos, escucharon mis gritos de aprobación, y al final, por poco, tuve la ocasión de ir a saludarlos, de contarles mis observaciones sobre lo chingona y original que me pareció su música. No lo hice porque primero le hablé a la chica de la banda gótica que tocó antes, con ella estuve platicando hasta que prendieron las luces para corrernos del lugar. Pero al menos sé que alguien con mucha imaginación y sensibilidad musical vive en la misma ciudad que yo, que me los puedo encontrar en el súper o en un bar, y que quizá algún día llenen la explanada en uno de los grandes festivales internacionales.

jueves, 11 de junio de 2015

En las comisuras del sueño

SUEÑO 1 - Mayo 28
Viajaba a una ciudad donde vivía una buena amiga a la cual tenía mucho sin ver. Mi marido me dejaba en su casa -una casita antigua, descuidada, de paredes rosas-, él se iba a visitar a sus amigos. En cierto punto de la conversación, mi amiga me comunicaba que me tenía una sorpresa. Corría la cortina de una de las habitaciones y me pedía, sonriente, que entrara. Sentado en la cama encontraba a mi examante. Pasábamos la noche hablando. Al fin me despedía de él, salía de la habitación y le pedía de favor a mi amiga que no le contara nada a mi hombre.

SUEÑO 2 - Junio 1
Extraigo del tarot un dos de copas.

SUEÑO 3 - Junio 10
Ya de mayor, de entre 40 y 60 años, me reunía en un café con otra amiga. En la plática recordaba lo que había sucedido durante mi visita a la dicha ciudad años atrás. Estaba confundida, era un recuerdo que había olvidado por completo y que aparecía ahora, después de tanto tiempo. Cuestioné la veracidad de aquél recuerdo: ¿sucedió en la realidad o fue sólo un sueño? Dudé de que el presente en el café con mi otra amiga estuviera siendo real o fuera también un sueño. Noté que el café no era ningún lugar conocí do, y mi amiga... ¿quién era esa mujer? Tras estas nuevas nociones, supe que me encontraba en un sueño, pero decidí fingir que no lo sabía para continuar la plática con mi amiga, pues disfrutaba contándole el recuerdo que, al ser un recuerdo real y no el simple recuerdo de un sueño, era más intenso, un pasado palpable.

SUEÑO 4 - Junio 11
Despierto, sé que todo fue real desde una perspectiva onírica: aquella realidad alterna que nos sucede en las comisuras de los sueños.


martes, 19 de mayo de 2015

La terapia del viaje: Puerto Rico en primavera.

Me vengo enamorada de esta isla tropical, su historia, su comida, su lenguaje, el reggae y la salsa en todas partes, el espíritu revolucionario de la gente, siempre orgullosa de sus raíces latinas y africanas, con una curiosa incorporación de la cultura gringa, mezcla que los hace encantadores.
 Esta es la vista desde mi spot favorito en el Viejo San Juan, cerca del barrio "de mala muerte" La Perla. Véase abajo la parte posterior del Castillo de San Cristóbal, construido por los españoles en 1783 para proteger al puerto de invasiones, éste se encuentra junto al mar, sólo una calle lo separa del área urbana.
El Viejo San Juan no es muy diferente de cualquier centro histórico de nuestras ciudades mexicanas (lo comparo con San Luis Potosí, Morelia, Guanajuato, Querétaro, Guadalajara), tiene arquitectura antigua, calles empedradas, un montón de cafés, restaurantes y todo tipo de facilidades para los turistas, pero a la vez algo más poético y más magnético que lo que encuentro en México.
En la noche vimos a nuestro amigo boricua Héctor González, quien nos llevó a comer pizza rústica, luego a bailar salsa y a tomar cerveza artesanal a varios bares de la calle San Sebastián, muy similar al Barrio Antiguo de Monterrey, México.
Al día siguiente rentamos un carro y manejamos a Playa Piñones. A la orilla de la carretera -entre la playa y la selva- hay puestecitos que allá llaman "kioscos", donde venden comida tradicional a precio accesible (Puerto Rico es carísimo): alcapurrias, mofongos, tostones, empanadillas, casi todas a base de plátano frito con pollo, carne, pescado o camarón. Ah, y un simpático mulato llamado José vendía cocos por $2 dólares: lo abría con un cuchillo, esperaba a que te tomaras el agua y te lo partía en dos, integrando una cucharilla hecha con el mismo coco.
Otro de los días nos levantamos temprano para manejar a Fajardo y de ahí tomar un barco (ferry) a Isla Culebra (donde supuestamente está "la playa más hermosa del mundo"), pero no alcanzamos "boletas" y decidimos tomar el ferry para Vieques, otra isla con mucha historia y una bahía de agua fosforescente que no alcanzamos a apreciar porque fuimos de día.
En el barco
Puerto Rico perteneció a España hasta 1918 cuando fue ocupado por Estados Unidos, a partir de entonces se convirtió en un territorio incorporado al país norteamericano. Ya mucho antes, los españoles habían eliminado a la mayoría de los taínos nativos de la isla, por lo que se vieron en la necesidad de importar esclavos negros de África, así se fusionaron las diferentes culturas.
Playa Luquillo
Café de Puta Madre
Perdidos
Distrito de Arte en Santurce
9 al 14 de mayo del 2015

 
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