jueves, 18 de diciembre de 2014

Es que no basta leerlo, hay que vivirlo.













Hace años fui al festival Literatura en el Bravo en Ciudad Juárez. Me colé a la fiesta de bienvenida, donde estaban Juan Gelman, Ledo Ivo, Eduardo Antonio Parra, y muchos otros. Obviamente los escritores invitados eran una élite y ni pelaban al resto de los asistentes, así que terminé cotorreando con dos poetas jóvenes locales -según recuerdo eran hermanos-, y con un académico alemán como de cincuenta y tantos años, con quien hablé largo rato sobre literatura mexicana.

Se acabó la fiesta oficial. Los hermanos poetas y yo hacíamos planes para seguir tomando, el académico alemán escuchó y quiso venir con nosotros, fascinado con la idea de conocer la Ciudad Juárez que inspiró el 2666 de Roberto Bolaño.

Caminamos a un barecillo ahora extinto del Pronaf. A medida que la noche avanzaba, le íbamos contando al extranjero más y más historias terribles de la cotidianidad en la ciudad: secuestros, balaceras, colgados en el Puente Al Revés. Todo pasó del plano ficticio, de lo meramente narrativo, a la realidad: alguien se estaba peleando en el bar donde nos encontrábamos, recuerdo haber oído algo sobre una pistola, recuerdo el escándalo, gente movilizándose, nos sacaron del lugar. Caminamos unas cuadras por la calle, aún los poetas y yo poniéndonos de acuerdo sobre el siguiente bar que visitaríamos, pero el alemán, exaltado, se despidió y tomó un taxi a su hotel. Jamás lo volví a ver. Tampoco a los hermanos poetas.

Hoy estaba investigando a los profesores del doctorado en Letras Hispánicas y Portuguesas de la UCLA, ya que solicitar admisión para un Ph.D. en Estados Unidos no es cosa de juego: además de los innumerables requisitos de admisión, uno tiene que investigar a los catedráticos para decidir de antemano con quién deseará trabajar en caso de ser aceptado. Esa empresa me llevó a descubrir el interesante trabajo de investigación de un tal Marten van Delden, investigador y profesor de literatura hispánica en dicha universidad. Su especialidad de estudio es la literatura mexicana (es un "mexicanista", se diría en el mundo académico). Se despertó mi interés por trabajar con él, y cuando miré su fotografía hice la conexión: se trataba del mismo hombre con quien compartí la intrascendente aventura de aquella noche por Ciudad Juárez.

Más allá de repetir metáforas gastadas sobre el tamaño de este mundo y la ironía de la casualidad, o de hablar sobre cómo los temas de la ficción a veces se hallan graciosamente confluyendo en la realidad, me quedo con la pregunta: ¿contará esta anécdota para poner en mi carta de solicitud de admisión?


sábado, 13 de septiembre de 2014

La Gran Máquina (parte III: Verano)

Es hora de escribirte, Verano,
mientras una historia allá afuera se cuaja
hacia algo ridículo e intrascendente
como debíamos ser nosotros,
como las personas al rededor nuestro
que no saben lo que dicen
pues desde su llegada al mundo
alguien ha puesto palabras en sus bocas

No se dan cuenta que algo macabro
les dicta los pensamientos.

Nosotros somos el error de la Gran Máquina,
el cambio climático del que no se entera la muchedumbre
de autómatas programados.

Nosotros, tuercas en perfecto engranaje,
termómetros dilatados,
pasamos desapercibidos por los manuales de usuario,
por las anotaciones del creador
de esta farsa mecánica llamada mundo.

Tenemos voluntad propia,
somos el error de la Gran Máquina, 
no existimos porque nadie nos ha dado nombre,
para mí tú eres Verano,
el sonido del despertador una mañana
la zozobra de manejar veinte minutos a la estación de autobuses
donde me esperan un café y tu cuerpo venido de lejos,
tu cuerpo menudo
cubierto por un exceso de ropa,
sorprendido por la llegada prematura del calor,
mis ojos llenos de legañas lo compadecen y lo desean,
a tu cuerpo, esa tuerca
que hará contacto conmigo
para obligar a este mundo a andar menos lento.

El Big Bang explota entre nosotros esta mañana
que será un día cualquiera
para la empleada del café donde nos sentaremos a platicar
(girar la Gran Máquina),
será un día cualquiera para los que abordarán el camión de las 9:15 am,
será un día cualquiera para el vagabundo que ya sólo aguarda a la muerte,
será un día cualquiera para los actores que ejercen de extras
en esta película de la Gran Máquina.

Para mí, Verano, este día eres tú,
tu llegada no me pilla de sorpresa,
yo te esperaba con ropa ligera y con unas ganas de ir al mar
que se quedarían en ganas,
que mitigaríamos a tu llegada yendo a caminar
por los callejones graffiteados de esta ciudad tan gris,
tan caliente y mojada con tu sudor de lluvia.

La lluvia en mí, la lluvia para mí,
este cielo gris es tu castigo y tu regalo,
Verano, te llevas el sol a mitad de año,
es Agosto y te has llevado todo
menos mi obsesión de que estás aquí,
estuviste y fuiste mío al menos un rato,
enfrentamos a la Máquina siendo un error.

No me doy cuenta
que los días han pasado,
hace frío de nuevo,
yo lo tengo todo
menos a ti
y sigo queriendo nada más que a ti,
Verano, te has ido y me dejas la lluvia, el viento helado,
la forma de tus ojos entristecidos tatuada en los míos.

Esperaré otro año, otros años,
esperaré todos los Otoños, todos los Inviernos
necesarios
para que vuelvas con tu sudor de lluvia y olor a café
y me despierte la promesa de tu aliento a cielo gris
tu humedad que conozco de risa y no de besos.

Esperaré porque esta Gran Máquina es un reloj,
y todo es un ciclo,
y tú has de volver, Verano,
a ser mi vuelta de tuerca.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Viernes otra vez (cuento corto)

A la salida de una fiesta donde habíamos bebido tequila directamente del orificio de la botella, Rachel comunicó que estaba lista para irse, quizá con la ilusión de llegar pronto a su alcoba a coger con Joseph. Éste había desaparecido la última mitad de la velada, lo habíamos hallado, inconsciente, tirado en el porche de la casa anfitriona, entre botellas vacías y vasos desechables. Dos muchachos nos ayudaron a cargarlo de pies y brazos para depositarlo en el asiento del auto de mi amiga.
Tomamos camino. El aracle y la lluvia nocturna provocaron que mi amiga desviara el auto a la banqueta y se trepara a la acera. Nos bajamos y notamos que la llanta estaba ponchada. Sin nadie a quién llamarle a plenas cuatro de la madrugada, nos quedamos fumando cigarros y platicando hasta que una patrulla se estacionó junto a nosotros. El oficial, moreno y atlético, nos alumbró con su linterna para luego interrogar a mi amiga rudamente. Dándonos por delincuentes, preguntó reiteradas veces a qué le habíamos pegado... ¿qué estaría pensando? ¿que atropellamos un borracho o una vaca? ¿qué destruimos propiedad pública llevándonos un letrero de alto o un poste de luz? Cuando se dio cuenta de que Rachel estaba en tal estado alcohólico que no lograba hilvanar palabras coherentes, vino a probar suerte conmigo. Me identifiqué como reportera del periódico El Mañana, que al día siguiente debía cubrir la inauguración de la nueva biblioteca pública, que no quería problemas, sólo deseaba llegar a casa y dormir.
"Te ves inteligente", observó, "pero no lo eres. Alguien que piensa no terminaría en una situación así". Yo asentí con la cabeza. "Sólo por ti voy a hacer como si esto nunca hubiera pasado". Yo asentí con la cabeza. "Aunque quiero que sepas que esta noche tu amiga y tú pudieron haber ido a la cárcel". Seguí asintiendo con la cabeza. En realidad ir a la cárcel no era lo peor que nos pudo haber sucedido. El policía, alto, moreno y flemático, volvió a mirar a Rachel antes de emitir un suspiro, apagó la linterna y abordó su patrulla para luego desaparecer en la lluvia, entre el reflejo de las luces rojas y azules que iluminaba desde el suelo mojado.
Dormimos sentadas en el automóvil. Me despertó el sol de las ocho a.m. y moví a Rachel para que llamara a su papá. Éste arribó en piyama y con la herramienta necesaria. De mala gana comenzó a cambiar la llanta, no emitió palabra, mi amiga tampoco, pues la resaca le impedía esforzarse demasiado. Yo me ofrecí a ayudar pero el señor frunció el ceño y me indicó con una seña que me subiera al auto. Abordé el asiento trasero. Cuando estuvo finalizada la reparación y tomamos la avenida rumbo a casa de Rachel, comenzó el concierto de gritos y reproches entre padre e hija. Yo los bloqueé de mi radar auditivo y puse mi atención en las personas que corrían por el parque, tan saludables con sus tenis y sus camisas de licra, tan tempraneros, tan lúcidos. Desee ser una de ellos, no más fiestas, no más aventuras nocturnas, no más alcohol, no más chicos, no más tonterías. En esas determinaciones estaba cuando me distrajo un movimiento a mi lado, una presencia que Rachel y yo habíamos olvidado y que el padre ni siquiera había notado: Joseph estaba despierto y no le importaba un carajo qué hora era o dónde estábamos. Me hizo una señal de guardar silencio y su mano se internó poco a poco por debajo de mi falda.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Guía para entender la guía de Slavoj Zizek: cine, perversión, ideología y otras reflexiones.

Mientras veía junto a Eliher el documental The Pervert's Guide to Ideology con actuaciones de nuestro filósofo favorito Slavoj Žižek -para mi suerte y la de quienes tengan Netflix, el docu se encuentra trepado a esa plataforma-, le puse pausa para comentarle a mi compañero, con el fin de que entienda lo que hacemos los académicos de la literatura cuando sí nos ponemos a trabajar: 

"Hacemos practicamente lo mismo que Žižek en este documental, él parte del psicoanálisis para interpretar películas, nosotros exploramos obras de la literatura desde diversos puntos hermenéuticos, o sea, interpretativos, ¿me entiendes?".

"No".

"Por ejemplo, para Žižek la película Taxi Driver representa a la clase oprimida sadomasoquista que es victimizada por el capitalismo, pero que en cierta forma disfruta de ser victimizada. La violencia al final de Taxi Driver aparece como una reacción del individuo ante la impenetrabilidad de la sociedad capitalista (y ahora agrego: esta reacción es la consecuencia brutal de reconocerse como El Otro, el extranjero, el ser incapaz de acceder a las exigencias del capital global). Estas mismas interpretaciones las hacemos los literatos, pero en lugar de películas, tomamos novelas o poemas o cuentos". 

Terminamos el documental, gracias a lo cual intentaré dar mi interpretación de la interpretación de Žižek, con el fin de servirles a ustedes de guía para "la guía del pervertido hacia la ideología" (traducción literal del título de la película).

Nos habla Žižek de Jaws, aquella película de los noventa con un tiburón asesino. Aquí puede decirse que el tiburón es una metáfora del capitalismo, pero es más bien una mezcla de varias cosas, la alegoría del monstruo devorador es usada para concentrar en él todos los miedos de la sociedad conservadora capitalista, misma que se resiste a la inmigración, a la mezcla de razas, a la diversidad reliogiosa, etc. Con esto recuerdo una hipótesis que alguna vez leí, que decía, según datos numéricos comprobados, que durante los gobierno demócratas en Estados Unidos se producían más películas y series de televisión sobre zombies, mientras que cuando gobernaban gobiernos republicanos, el auge era de películas y series de vampiros, ¿por qué? Porque lo que pasan en la televisión (con todo y sus comerciales) responde a la ideología del sistema político en turno, y desde el punto de vista demócrata se representan a los republicanos como zombies atontados que siguen las reglas sin tener un pensamiento propio, mientras los gobiernos republicanos, por su parte, ven a los demócratas como chupasangres libertinos que metafóricamente gustan de las orgías, los festines y se alimentan de la inocencia ajena.

Volviendo al documental, nos habla también de Full Metal Jacket recalcando que los humanos experimentamos cierta simpatía por la obsenidad, dicha simpatía es innata a nosotros por el simple hecho de ser entes sociales, de vivir en grupo. Por ejemplo, ciertos rituales de iniciación que implican humillaciones, el bullying, o la misma humillación del crimen organizado al ridiculizar a sus víctimas con formas de tortura indignas. Esto sucede a nivel global porque es, para el humano, una forma de sentirse aceptado dentro de la sociedad que perpetúa este ciclo una vez que la víctima se convierte en victimario. Al final, si no logramos establecer una distancia entre lo que la sociedad quiere de nosotros y lo que realmente podemos dar, terminaremos destruyendo a los demás (violencia) o auto-destruyéndonos (suicidio) como en el caso del soldado que se da un tiro en la boca en la película de la que hablamos.

Justo después pasa a desmenuzar The Dark Knight, segunda entrega de la trilogía cinematográfica Batman. Debo de confesar que tras oír al filósofo eslavo hablar de las implicaciones políticas tan obvias en la película, sobre la manera en que las sociedades funcionan gracias a la construcción de mitos y mentiras, a mí me quedó entre líneas la idea del suicidio de Heath Ledger, quien encarna a El Huasón en la película. Siguiendo los postulados de Žižek hasta entonces, podría yo agregar que el actor llevó a las últimas consecuencias su sentimiento de opresión e impotencia ante una sociedad impenetrable, mezquina, opresora y controladora, y que, digámoslo metafóricamente, al quitarse los "lentes de sol" de la película They Live, sólo le quedaban dos opciones: rendirse a esta sociedad opresora y formar parte de ella, o elegir a la muerte.

Y justo ahora que menciono They Live -primera película de la que nos habla Žižek, la cual yo no había visto hasta ayer-, diré que más allá de la ciencia ficción ranflona que se maldesarrolla a lo largo de la trama, la primera mitad de la película apunta a ser una una denuncia social muy clara, al contar la historia de un hombre de clase obrera que encuentra una caja de lentes de sol, los cuales, al ponérselos, muestran la cara verdadera de la realidad: todos los colores y figuras atractivas en los letreros publicitarios quedan a blanco y negro, con tipografías simples, dando el mensaje real detrás de los anuncios. Obedece. Manténte dormido. Cásate y reprodúcete. Consume. No pienses por ti mismo. Compra más. No cuestiones la autoridad. Sométete. 


La película mantiene sus referencias a la sociedad de consumo, comparando el glamour y la comodidad desplegados en los anuncios de televisión, con la vida verdadera de personas que usan la ropa por necesidad y se dedican a la supervivencia con trabajos forzados. La clase alta o, más específicamente, el capitalismo, es visto como este invasor alienígena que viene a seducir a los humanos para apoderarse del planeta. Al igual que en la película Titanic, la clase alta se vale de la baja para vivir, haciéndole creer que es necesaria, pero a la vez buscando alejarla y segregarla, precisamente para evitar que piense por sí misma (en Titanic, la muerte de Jack y la supervivencia de Rose ejemplifican esta relación de uso-deshecho que ejerce la clase alta sobre la baja).

Hacia el final del documental, Žižek analiza la religión a través de la película The Sound of Music (1965) y termina por concluir que son más ateos los católicos que los que se dicen ateos, pues el catolicismo promueve el placer y el seguir el camino de los deseos, tal como el capitalismo hace, con el fin de seguir perpetuando su supervivencia a costas de la libertad de los más pobres (ya sea pobres de mente, pobres de espíritu o pobres económicamente).

Como sincronicidad con todas las reflexiones que el documental desató en mí, hoy me encontré con esta frase de Max Aub que llora: “No se puede creer en Dios sin haber dudado de él. Sin desesperar. Quien tiene plena seguridad de la existencia de Dios, no cree en Dios”. Según las conclusiones de una plática que tuve ayer con una amiga, tergiversaré la frase para decir que "no se puede creer en el amor sin haber dudado de él. Quien tiene plena seguridad de la existencia del amor, no cree en el amor". E igual podría utilizarse cambiando la palabra Dios y amor por cualquiera otra que nos hable de cualquier construcción social impuesta por el Gran Otro sobre nuestras tiernas mentes humanas pues, finalmente, sólo al cuestionarlas podemos apelar a un verdadero cambio, una verdadera revolución. 

lunes, 12 de mayo de 2014

Quieren tu dinero, quieren tu alma.

Una canción de protesta de los años 90 que debió haber surgido en la cultura de los raves, sigue teniendo total actualidad en nuestros días, y hasta más con esto de las redes sociales y la culminación del neoliberalismo en algo perverso y bizarro que se pone la máscara de "El Sueño Americano". Ahí les va mi traducción al español y el video:
Tu celular, tu cartera, tu tiempo, tus ideas
no código de barras, no fiesta, no identificación, no cervezas
tu tarjeta de débito, tu licencia, tus pensamientos, tus miedos
si no hay SIM card, no hay disco, no hay foto, no hay "aquí"
tu sangre, tu sudor, tus pasiones, tus arrepentimientos
tus ganancias, tu tiempo libre, tus modas, tu sexo
tus pastillas, tu hierba, tus tetas, tu trasero
tus risas, tus pelotas, lo queremos todo (queremos tu alma)

tu dinero, tu casa, tu teléfono, tu vida (queremos tu alma)

cuéntanos tus hábitos, tus novedades, tus miedos
danos tu dirección, tu número de zapatos, tus años
tus dígitos, tus planes, tu número, tus ojos
tu horario, tu escritorio, tus detalles, tu vida
muéstranos a tus hijos, tus fotos, tu hogar
aquí, toma una tarjeta de crédito, un seguro, un préstamo
ten un trabajo, ten una pensión, ten un corte de pelo, ten un traje
juega la lotería, juega fútbol, dale vuelo a la hilacha, toca el claxon
te enseñaremos unas loqueras, unos espantos, te compraremos bebidas, tira tus libros a la basura
te venderemos baratijas, te cobraremos impuestos, estamos comprando grandes pistolas y tú nos das el dinero

(queremos tu alma) tu dinero, tu casa, tu teléfono, tu vida
(queremos tu alma) tus pensamientos, tus emociones, tu amor, tus sueños
tu chequera, tu esencia, tu sudor, tus gritos
tu seguridad, tu sobriedad, tu inocencia, tu sociedad
tu persona, tu lugar, tu distancia, tu espacio

(Vuelvan a sus camas, América, su gobierno tiene todo bajo control otra vez)

Aquí. Mira este comercial. Cállate. Eres libre de hacer lo que te decimos.
Eres libre de hacer lo que te decimos (queremos tu alma)

Ahí les va una banda pop de chicos, ahí les va Mackers, ahí les va Britney, ahí les va una Coca
aquí pizza, aquí TV, aquí algo de rock y algo de rol
ve comerciales, más comerciales, mira a Jerry, no Oprah
cómprate una vida mejor desde la comodidad de tu sofá
aquí hay palomitas, aquí hay revistas, aquí hay malteadas, aquí hay pantalones de mezclilla
aquí hay brassieres con relleno, aquí hay cera para depilar las axilas, aquí hay playeras de fútbol, aquí hay gorras de béisbol
aquí van programas de comentaristas, aquí van videojuegos, aquí va una Coca Light, aquí hay diez líneas más
aquí hay cigarros con filtro, aquí hay labios de colágeno, aquí hay centros comerciales abiertos toda la noche, aquí hay caderas de plástico

Aquí. Aquí están los Gladiadores Americanos (futbol americano).
Mira esto. Cállate.
Vuelve a la cama América, aquí están los Gladiadores Americanos
Aquí hay 56 canales de éso
Mira a estos retardados pituitarios golpear esos cráneos juntos
y felicitarte por vivir en la tierra de la libertad. Aquí vas América
Eres libre de hacer lo que te decimos
Eres libre de hacer lo que te decimos

No hippies, no solitarios, no truncos, no gays
no zurdos, no lunáticos, no opiniones, no formas
no pensadores, no maestros, no hechos, no gente rara
no patinetos, no drogadictos, no confianza, no sueño

aquí hay palomitas, aquí hay revistas, aquí hay malteadas, aquí hay pantalones de mezclilla
aquí hay brassieres con relleno, aquí hay cera para depilar las axilas, aquí hay playeras de fútbol, aquí hay gorras de béisbol
aquí hay infomerciales muy muy muy muy muy muy muy muy muy muy muy muy largos


miércoles, 23 de abril de 2014

Aquello de tener diecisiete años.

Este post va respecto a la rola "Cigarette Daydreams" ("Fantasías de cigarro") que últimamente ha sido mi replay.

La canción la encontrarán en el video del final, pues la letra me parece un poema al estilo de la poesía narrativa, aunque con clichés en su forma, el fondo, sumado a la frase luminosa que da título a la canción, más la música y la vocecita desgarrada de Matthew Shultz, la convierten en un viaje intertemporal. 

Tratando de entender por qué me gusta, descubrí que la letra prácticamente describe a la adolescente que fui -y que muchas otras chicas son o fueron-, entonces recordé a los personajes femeninos de mis películas de pubertad o adolescencia y, aunque antes sólo me parecían cool, ahora entiendo que la empatía con ellas me permitió no sentirme tan aislada.


Si lo vemos desde un contexto social, soy un producto de mi época y sin querer hice click con el espíritu que en los 90s cuestionaba los órdenes establecidos: en ese tiempo hubo una explosión de la consciencia colectiva, especialmente entre la juventud, alentada por la caída del muro de Berlín, el feminismo que ya desde los 80s había salido de la Academia para volver a las calles -donde había nacido casi dos décadas antes-, además de otros movimientos sociales como el ecologismo y el activismo político que a finales del siglo XX impactaron por medio del arte, la televisión y el creciente mundo Web.

En medio de estas cavilaciones que me despiertan rolas como ésta, recibí el siguiente mensaje:

"Me da nostalgia cómo creciste, cuando estaba en secundaria encontré tu blog ... me metía por la música, y veía tu foto comiendo elote, eras una niña... ya estoy por terminar la carrera y pues creciste hahaha nada más quería comentarlo..."

Y nada, que es natural que al crecer una cambie (dice la rola de Future Islands: "seosons change"): ya no fumo, ahora tengo menos miedos que antes, pero en esencia sigo siendo la misma chavita ondeada, idealista, radical a mi manera, aún en busca de respuestas y de paz mental. Así, un montón de morras han de sentir empatía con esos personajes de los 90s y al mismo tiempo, de cierta forma, también conmigo.


viernes, 7 de febrero de 2014

Vsi imajo radi srečne konce o Poema con título en lengua desconocida (parte I: Invierno)

Te vas Octubre te llevas las piezas
del rompecabezas que quise juntar
no tenía solución
por eso te vas a países de nieve
a buscar tu medida en amantes heladas
dejar el vaho de tu calor en las vidrieras de tiendas
donde descansan letreros en idiomas que desconoces
pero que hablarás cuando me hayas olvidado
cuando seas el hombre que predije aquella vez que te corriste sobre mí
prendiste la luz del baño y tu silueta emergió de las sombras
-una aparición para mis ojos, acostumbrados a la oscuridad-
delgada delgado casi un niño
más joven de lo que nunca volverás a ser
y Octubre te vas con tus sueños en bolsas de plástico
dejas atrás este país ordinario
sus autoservicios su síndrome imperialista
su miseria escondida en las calles que rompiste en dos
pasándoles por en medio
saliste ileso hombre joven:
te largas a otro continente
a sufrir lamentos como acá sufriste
en este país que ha sido nuestro refugio
y hoy te despide desde una banca en la terminal
yo ahí sabiendo que no te volveré a ver
entreteniéndome sádica
con imaginarte: vas solo al supermercado
pasas los domingos solo viendo comerciales grotescos
que no comprendes y no quieres comprender
apagas la televisión que transmite en lengua desconocida
sales de casa sin rumbo
piensas en mí y te distrae el umbral de una taberna
apestosa y oscura pero te guía el hambre
calientas con tus nalguitas la silla frente a la barra
la mesera rubia de pestañas rubias, te dice:
nihčce en želi jesti v prazni restavraciji, kajne?
y tú sin contestar porque no entiendes nada
me entretengo masoquista con imaginarte
diciéndole a la mesera: veš, si zelo lepa ženska
ella sí que entiende, te invita a su casa
le pareces simpático por moreno 
y esa risa y tu silencio
tan mío y tan sin mí
ella te parece decente
diré que su nombre es Brina
no es bella pero es lo justo para aniquilar tu soledad
reemplazarme en los jardines de tu cerebro
laberintos de paredes floridas que me ven yacer moribunda
Hermoso Octubre, te me olvido
llega la noche y Brina descubre tu silueta en la penumbra
-una aparición para sus ojos acostumbrados a la oscuridad-
se abre se abre como mariposa
la primavera ha sobrevivido al paso de las estaciones
ahora Brina es más bonita que aquella vez
el país, más cálido
el idioma, manso contigo
al otro lado del mundo tú también te me olvidas
ya no eres mi estación favorita
el calor de Mayo se desploma en mi cama
su silueta robusta va borrando a la tuya
su cabeza descansa en mi hombro mientras reviso el correo electrónico
me escribes: vsi imajo radi srečne konce
yo sonrío sin entender una puta palabra
sonrío porque te sé del otro lado
recordando nimiedades que nos dijimos
sonrío porque te sé contento, Octubre
y a todos nos gustan los finales felices

Nunca es tarde para reseñar a Daft Punk.

Sé que es un cliché reseñar a Daft Punk, después de sus discos Homework, Discovery, Human After All y la banda sonora de Tron, creo que ha sido Random Access Memories del que más se ha hablado. Cuando lo tuve en mis manos me prometí no escribir sobre él, pero pasé días oyéndolo sin parar y hoy no puedo evitar compartirles mi viaje.

Algunas canciones tienen la reminiscencia de sus álbumes pasados y otras son muy novedosas, aunque todas guardan relación con obsesiones conocidas del dúo formado por los franceses Guy Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter: lo espacial y robótico, los sampleos, el club dance o Electronic Dance Music (música disco), el detalle en cada efecto sonoro, sus influencias musicales (recordemos aquella rola Teachers del Homework, donde enlistan a decenas de músicos), la fiesta, el baile, lo cool, e incluso el amor, que se trata en muchas de las nuevas canciones (una se llama The Game of Love: "el juego del amor" y suena a Something About Us de su previo disco Discovery. Otra se llama Instant Crush: "enamoramiento instantáneo").

Pero en su generalidad, el álbum es un homenaje a la música de los años setenta, la época del primer electrónico, de los primeros sampleos, los primeros DJ's con sus vinilos, los sintetizadores análogos y la pre-industrialización del mercado musical (poco antes de que MTV se llevara todo al demonio), por lo que resulta una pieza que romantiza esos años y principios de los ochentas, a la vez que rinde tributo a quienes le abrieron paso, musicalmente hablando, a esta que se ha convertido en una de las bandas más importantes de house music (aunque eso del género queda en discusión, sobre todo después de este nuevo álbum). Ritmos house con los elementos setenteros enfatizados ya se oían en canciones como One More Time de disco Discovery o Around the World del Homework, pero en Random Acces Memories llegan a su extremo.

El primer track es, hasta ahora, mi favorita: Give Life Back to Music, una rola club dance que recuerda en algo a su estilo pasado, pero revive a su vez ritmos disco. La letra dice en inglés: "Deja a la música entrar esta noche / Sólo préndele a la música / Deja a la música de tu vida / Dale vida a la música otra vez". Para mí, escuchar a Daft Punk de nuevo, me transporta a antiguas épocas de mi vida (sin duda, ellos tocan "la música de mi vida"), pero además este disco es un viaje en el tiempo mismo: la época histórica cuando se creaba y reproducían ritmos en aparatos análogos, entonces uno tenía que "prender" el tocadiscos para oírlo (ahora no, ahora sólo das click o rozas un botón, a lo mucho se prende la computadora o el iPhone).

En Random Access Memories también hay canciones que están demasiado relajadas y tengo que dar skip cuando lo escucho para salir a correr (o empezar la party), como es el caso de Doing it Right; pero otras, como Motherboard (bellísima) son progresivas y pasan del relax al delirio futurista-setentero. Beyond es otra de las calmadas, pero aplica lo del futurismo-setentero para recordar los jingles de National Geographic o de aquél programa de televisión de Carl Sagan: sonidos que simbolizaron el progreso, el futuro.

Ésa idea del futuro se oye en la canción Giorgio by Moroder (otra de las progresivas que va del funk suave al rock pesado). Giorgio Moroder fue un músico que introdujo muchos de los sonidos electrónicos a la música disco: el track comienza con su voz explicando que en 1969 y 1970, él quiso encontrar la música del futuro, por lo que creó sin darse cuenta los sonidos que influeyeron a toda la electrónica posterior. Daft Punk retoma esta influencia y le hace honores. Más o menos por esta línea "tributaria" está Fragments of Time, canción alegresilla con ritmo soul setentero.

La letra de Touch es casi un poema, y su relación con lo literario radica meramente en lo "cursi" de la canción (kitsch), porque la rola comienza con sonidos espaciales, tétricos y después desconcierta al lanzarnos una voz de adulto (¿anciano?) cantando una canción de pop setentero, la cual acaba deconstruyéndose en un primitivo Electronic Dance Music, al puro estilo de Donna Summer (con quien Giorgo trabajó ampliamente).

Las preferidas de los escuchas son Get Lucky y Lose Yourself to Dance, en ambas tienen por vocalista invitado a Pharrel, famoso cantante de la banda hip-hop Gym Class Heros. La primera vez que le puse atención a la letra de Get Lucky, pensé que ese podría ser el himno de mi generación: habla de quedarse despierto toda la noche, alcoholizándose, enamorándose, divirtiéndose. Aunque en realidad estas dos canciones (yo digo) son la conexión que hace Daft Punk entre la cultura disco de los setentas y nuestra generación (de los noventas a nuestros días), al menos de aquello que fuimos a fiestas raves, frecuentamos clubes y sudamos toda la noche al ritmo del DJ, yéndonos de after para seguir bailando y "con suerte" ("luckly") terminar acompañados en la madrugada: "she's up all night 'til the sun / I'm up all night to get some / She's up all night for good fun / I'm up all night to get lucky" ("ella se queda toda la noche hasta el sol / yo me quedo toda la noche para obtener un poco / ella se queda toda la noche por buena diversión / yo me quedo toda la noche para estar suertudo").

La última canción, Contact, tiene un sampleo (el único en el disco) de la pieza We Ride Tonight de la banda de rock The Sherbs, cerrando así la exploración de ritmos de los 70s y su reinterpretación, haciendo un homenaje a la serie de personajes que influyeron esta música y a los propios Daft Punk.

Las colaboraciones de otras bandas y músicos de diversos géneros y generaciones, hacen que este disco sea más humano que sus anteriores (definitivamente más que Human After All), lo que me sacó de onda, al menos a mí que soy fanática de sus cascos espaciales (¿cómo dos cascos pueden ser tan putamente sexies?).

El disco logra sorprender porque aún conservan su esencia, su tendencia a la satirización, lo lúdico y la remembranza de sus maestros. Entre varios amigos que tenemos diferentes gustos musicales, a todos nos gusta Daft Punk. Recuerdo cuando yo andaba metida en el ambiente industrial, nos conquistaron con sus temáticas cyborg, los metaleros son fans del soundtrack de Tron, los raverosos se volvieron locos con Human After All, a los houseros les entona desde el Homework y los más fresas los descubrieron con el lanzamiento de Discovery. Pero en general, todos sus discos tienen algo que envuelve y gusta a todo tipo de oyentes.

Random Access Memories es definitivamente un acceso a memorias del pasado que son totalmente azarosas, pero cobran sentido al realzar la ironía de lo pop, lo que fue y que ya no es, sin perder su encanto, al menos no para quienes hemos disfrutado de la música electrónica a través de las décadas de su existencia, sin tener que ver con lo generacional, pues, por ejemplo, yo no viví esos tiempos y sin embargo me alcanzaron (vi las series "Cosmos" de Carl Sagan, bailé Gloria Gaynor en la secundaria, escuché a mis tías cantar ABBA), así como Daft Punk va a alcanzar a las generaciones por venir, de eso podemos estar seguros.


domingo, 5 de enero de 2014

Primera mañana de enero.

Había sido un sueño de naufragio para despedir el año viejo. El agua llenaba poco a poco la habitación, mientras yo hacía una maleta y era apurada por el caudal creciente que en algún punto me ahogaría, pero también por la sensación de que debía tomar un camión o un avión que partiría en pocos minutos. Me encontré luego en un baño de azulejos amarillos, un baño como de escuela o institución gubernamental, con una ventanita por donde entraba la luz e iluminaba mi lado derecho. Yo en claroscuro. Por la puerta, de entre la penumbra, aparecías tú. A medida que entrabas al cuartito ibas siendo tocado por la luz, venías a mí, me dabas un beso. Yo te decía que ya me tenía que ir, pues sabía que debía tomar un camión o un avión en pocos minutos. Luego una laguna mental. Gracias a la no-continuidad del sueño, borracha de luz y de beso, lo próximo que recuerdo es haber abierto los ojos en la primera mañana de enero.

jueves, 2 de enero de 2014

Aquellos buenos tiempos del rock tampiqueño.

Este articulo lo escribí para la extinta página de promoción artística Tampico Cultural hace un par de años, hoy lo publico aquí a petición de los compas y en homenaje a la raza rocker que me vio crecer. 

Aquellos buenos tiempos del rock tampiqueño.
Gracias a Obed Zapata, por refrescarme la memoria.
Incursioné en el mundo del rock tampiqueño tardíamente. Yo apenas tenía dieciséis años de edad y ya existían bandas como Anton, que llevaban casi una década tocando. Mi banda Menstrual Power fue de las primeras en el puerto formadas por puras mujeres (con Melissa Ortuño en el bajo, Sandra Hernández en la batería -quien ahora toca en Empire Darkness- y yo en la guitarra y voz); cuando empezamos a tocar ya existían el RockFabrik y el Bar Obrero, de vez en cuando se hacían tocadas en bares anónimos (cualquier bar de mala muerte) o en fiestas caseras.

Pero antes –mucho antes de nosotras-, existió el Metal Garage donde tocaban bandas como Aquelarre, Anton, Los de Abajo, Lenguas Muertas, Radical Sista, etc. Después abrió La Kaza Café Rock (lo que ahora es Dolce) y se hacían eventos organizados mayormente por Toño Díaz, quien tenía su negocio en el Macalito -único lugar donde podía conseguirse material rockero, ya que eran los tiempos del cassette y no existía el Internet-. En ese entonces predominaba la escena metalera y punk: Hecatombe, Cygnus, Antiquus, Fuscion Ácida, La Contra, Guante Blanco. Después vino Atrapados en los 60s (en la Ave. 1ero de Mayo, Cd. Madero), donde casi siempre tocaban las bandas metaleras mencionadas y The Forensic, así como bandas de heavy y otras de hardcore-punk como Convicción.

Por esas épocas, el gran apoyo a la escena lo ejercían dos factores: (1) la tienda de Toño Díaz donde se juntaban metaleros y punks a “cotorrockear” (que después se movió al centro de Tampico y se convirtió en Urban Noise); y (2) una estación de Cd. Victoria llamada Radio Tamaulipas. En ésta había un programa transmitido de 9 a 11 donde ponían bandas rockeras de todo el estado. Gracias a ello, los tampiqueños se hicieron amigos de otras bandas de la región, empezaron a tocar fuera de Tampico y a traer bandas de otras ciudades (Cd. Victoria, Laredo, Matamoros, Valles, Poza Rica, etc.)

A partir de aquí entré yo. Fui llevada al RockFabrik por un amigo cuyo hermano mayor tocaba en Argoth. Nos sentaron en el área de “menores de edad” y tomé piñas coladas sin alcohol, impresionada por la decoración industrial que le daba un aire sombrío, irreverente: rockero.

El RockFabrik (ubicado en Ayuntamiento) acababa de abrir. Su propietario Manuel Ramos, con una propuesta launge, ofrecía rock en vivo de jueves a domingo y formaba tocadas por género musical, permitiendo además de los géneros ya existentes la entrada al alternativo, al nu-metal y poco a poco a estilos que nunca se habían tocado en el puerto, como gothic metal, folk metal, industrial, lo que serían los principios del indie, etc. Ahí fue cuando formamos nuestra banda Menstrual Power, influenciadas por el post-punk y por Kittie, resultando en un rock experimental que de rudo no tenía nada, sólo nuestra forma de vestir (ja).

Por el RockFabrik pasaron muchas bandas. Las que recuerdo eran  (disculpen si se me escapa alguna): Arteria de Hule, Claroscuro, Lenguas Muertas, Barracuda, Clavo, Tetralogía de Fallot, Adlibitum, Doriz, Orwell, Los Guillén, Muestra Gratis, Kromo, Player 2, Caja Negra, Shubidubis Band, Vade Retro, Ácida, La Contra, Cuarto Menguante, Infinita, Zion, Némesis, Dislexia, Again Fuckin Down, Convicción, Actitud, Antiquus, Anton, Evil Entourage, Sarcoma, Hecatombe, Black Abomination, Imperium, Lords of Chaos, Empire Darkness, The Forensic, Menstrual Power, Nerea (también de las primeras bandas de mujeres), solistas como El Caimán y el mítico Dr. Manzur, la banda de planta Argoth y la propia banda de Manuel Ramos, RPM.

Pero como el rock se trata de headbangear, dar brincos y golpes, el RockFabrik por su tamaño no se prestó (creo que sólo en un par de ocasiones se permitió el slam y las consecuencias fueron desastrosas), así que muchos –sobre todo los punks y hardcoreros- comenzaron a desertar hacia una nueva opción: el Bar Obrero, perteneciente a Mayra Osorio.  

En mi opinión, fueron las épocas en que más viva estuvo la escena. Obed Lam fundó la página de Tampico Rock (www.tampicorock.com) y cubrió todos los eventos donde las bandas hacían aparición, en dicha página había una agenda del rock tampiqueño, salían las fotos de los toquines, las biografías de las bandas, incluso tenía un foro de discusión donde a veces los pleitos trascendían el Internet, formando verdaderas rivalidades entre las personas y bandas implicadas.

La rivalidad también se extendió a las sedes del rock, pues como es natural en todo negocio, Bar Obrero y RockFabrik empezaron a hacerse competencia, lo cual lejos de resultar negativo, fue enriquecedor para la escena: había tocadas al por mayor (hasta se empalmaban: a veces una banda tocaba en un lugar y rápidamente cargaba instrumentos para irse a tocar al otro), concursos, guerras de bandas, entrega de Music Awards donde se premiaba a “la mejor banda”, “la banda revelación”, “la mejor canción”, ¿cómo olvidar los trofeos del Bar Obrero que imitaban al Oscar, pero hechos con muñecas barbies teiboleras?

Así, punks, metaleros, hardcoreros, góticos y alternativos comenzaron a hacerse un grupo homogéneo debido al florecimiento de la escena gracias a los dos bares y a tampicorock.com. También gracias a las tiendas como la de Blackie (ex bajista de Anton que publicaba un FanZine de metal) donde se juntaban los músicos. Por último, también gracias a las intensas tocadas en fiestas caseras que se hacían cada fin de semana (quien las vivió, recordará el legendario “Chocolatazo” hecho con mezcal, Lechera y Coca-Cola).

Por supuesto, cada quien tenía sus bandas amigas con las que más se juntaba, los lugares de ensayo se convertían en refugios para cada “clica” y unos terminaban jalando más hacia RockFabrik que al Bar Obrero o viceversa. Pero en general, un jueves, viernes o sábado de tocada, implicaba diversidad. Es lo que más me gustaba, porque a fin de cuentas todos teníamos esa “personalidad rockera” de libertad, mente abierta y gusto por la fiesta, por la música.

Igualmente se fue dando una compenetración del rock con la playa: muchos nos juntábamos ahí por las noches, con el metal a todo volumen en los automóviles estacionados frente a la avenida. Estaba de moda ir al Hospital Naturista, donde nos emborrachábamos a sus afueras bajo la luna o en medio de la oscuridad de las habitaciones abandonadas (y a veces, aunque parezca mentira, uno se encontraba amigos como si de una fiesta se tratara). Surgió también el Hoyo Funky, otro bar en la entrada de la playa que ofrecía tocadas y raves. En Semana Santa los escenarios en la arena y con la brisa marina eran dominados por bandas locales. Éramos verdaderos rockers costeños.

Después la playa se llenó de violencia e inseguridad. El RockFabrik cerró. Muchos ya no se identificaron con el Bar Obrero -que desde un principio tuvo un carácter más extremoso- y dejaron de ir a las tocadas. La página de Tampico Rock dejó de funcionar. Algunos músicos se fueron de Tampico y sus bandas desaparecieron para dar paso a otras nuevas, las cuales vendrían a formar parte de una generación rockera que a mí ya no me tocó. Algunas “bandas de siempre” se conservaron intactas y otras que eran novatas alcanzaron una muy buena calidad. Y así fue, a grandes rasgos, el fin de una era y el inicio de otra de la que yo ya no puedo hablarles. Sin embargo, la que yo recuerdo, esa que me tocó, me atrevería a decir que fue “la época dorada del rock tampiqueño”.

 
design by suckmylolly.com