Estoy llevando una clase de Teoría y Principios de la Traducción para mi certificado como traductora. Soy joven y todo es incierto en mi vida, así que un título extra no me caerá mal. Así conocí pues, a Edwin Gentzler.
Como introducción cabe mencionar que la Teoría de la Traducción es todo un campo de estudio, sobre el cual operan propuestas bien interesantes que se yuxtaponen con campos como la sociología, lingüística, antropología, psicología... Y es a partir de los años 90 que se liga a corrientes postmodernas como el feminismo, el postcolonialismo, el activismo social, entre otras.
La tesis de Gentzler en su ensayo "Traducción, estudios postcoloniales y las Américas", retoma tres importantes teorías surgidas en la década de los 90 a partir del postestructuralismo. Mientras que la primera es sólo un holograma de los estudios transculturales, las dos últimas fueron un kock out (me encantaron) y han afectado permanentemente mi forma de ver el mundo:
1) "Traducción extranjerizante" de Lawrence Venuti: Aquí, Venuti expuso que la gran mayoría de los textos que se traducen al inglés en Estados Unidos, tratan de "domesticar" el lenguaje para que sea entendido por los lectores gringos, así, él propone una "traducción extranjerizante", en la que se respete el texto fuente con toda la riqueza cultural de la cultura de donde proviene, y de esta forma, la labor del traductor deja de ser algo "secundario". Sin embargo, Venuti a favorece a traductores como Ezra Pound (traductor de clásicos chinos, entre otros) o Paul Blackburn (traductor de poesía provenzal y más tarde de Julio Cortázar), a quienes llama "marginales", sin tomar en cuenta que estos autores están bien asimilados y no son "marginales" sino solamente "no académicos". Gentzler luego revisa las tendencias marxistas de Venuti y termina por concluir que su teoría es elitista, pues alseguir enfrascando la traducción en términos binarios como "bueno/malo", "lengua fuente/lengua meta", "extranjerización/domesticación", no da cabida a puntos intermedios, por tanto, no da entrada a textos populares o de las clases oprimidas: es elitista y sigue basándose en las teorías estructuralistas dominantes, en lugar de las teorías postestructuralistas que caracterizan la teoría postmoderna.
2) "Rééscriture au féminin" ("Reescribiendo en/sobre lo femenino") de Nicole Brossard/Lotbiniére-Harwood/Barbara Godard: Representando a la corriente de la traducción postcolonial están estas teóricas canadienses cuya teoría surge de la toma de conciencia de que, al haber sido América colonizada política, cultural y cléricamente, vivimos también bajo la colonización lingüística de los idiomas que nos han impuesto, en Canadá es el inglés y el francés, en Latinoamérica el español y en Brasil el portugués, mientras otras áreas de oriente se enfrentan a lo mismo, una "colonización lingüsítica". Pues este grupo de feministas habla de "postcolonialismo" como el acto subversivo de revelarse ante la lengua dominante, por medio de empoderar a la lengua dominada, permitiendo, por ejemplo, que el escritor trabaje con el traductor en la creación de nuevos juegos de palabras o guiños culturales, que se puedan entender en la cultura receptora, permitiendo así que el texto se reescriba al ser traducido y yendo en contra de la postura pasiva del traductor. Estas feministas y activistas han logrado hacer grandes cambios políticos y sociales en Canadá, lo que habla de una conciencia más amplia que ha permitido que la cultura se expanda, al importar y exportar textos abiertos al cambio y a la multiculturalidad.
3) "Traducción y Canibalización" de Haroldo y Augusto de Campos: Estos hermanos brasileños acuñaron, en términos de arte, la llamada "canibalización" con su "Manifiesto Antropófago" en 1928, durante la época de las vanguardias artísticas. La teoría se basa en la tribu Tupi de indígenas del Brasil, quienes tenían la tradición de capturar a los guerreros de las tribus enemigas y enviarlos unos meses a convivir con la gente de las aldeas Tupi, para que éstos compartieran sus conocimientos y su valentía, como acto final de absorver las cualidades del guerrero, lo mataban y toda la gente del pueblo comía alguna parte de su cuerpo. Esto fue visto con horror por los colonizadores, sin embargo, los antropólogos modernos han encontrado que tiene gran relación con el rito simbólico de la comunión cristiano (de comer la carne y beber la sangre de Cristo). Los De Campos convierten este hecho en una metáfora para describir a la cultura de Brasil: los colonizados que ejercen resistencia ante el invasor y se lo comen para nutrirse de todas las cualidades de la cultura occidental, pero sin dejar de conservar sus raíces culturales indígenas, es decir, explican la mezcla de culturas por medio de decir que la brasileña devoró lo mejor de la occidental, naciendo así una nueva identidad única. Fue en los años 60 cuando los traductores revivieron los postulados de los hermanos De Campos, siendo retomados por cineastas y músicos en las décadas pasadas, hasta que en los 80s empieza a hablarse de ello como teorías bien argumentadas por los críticos y teóricos, teniendo a Gentzler en los 90s, quien observa que los canibalistas han mantenido la cultura e identidad brasileña y le han permitido adaptarse a las exigencias del nuevo órden, lo cual hoy día, en los albores del siglo XXI, llama la atención por tener a Brazil como una de las potencias económicas y culturales más poderosas de América.
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