En julio de este año me encontré a la argentina Romina Cazón en un encuentro literario y me propuso publicarme un libro; ella es poeta, artista visual, diseñadora y editora, el poemario se publicaría por medio de su editorial Ediciones El Humo, que opera junto a la fotógrafa Gabriela Chávez desde San Juan del Río, Querétaro, a la par con una casa cultural, un estudio de fotografía y una revista literaria.
Lorena Illoldi, Gaby Chávez, Romina Cazón, Alejandro Betancourt y Erika Said.
Yo ya tenía un proyecto poético listo para despachar, un experimento cuasi postmoderno que estaba segura que no iba a ser bien recibido por ninguna autoridad cultural en México (es decir, jamás iba a ganar premios auspiciados por el gobierno o así), por eso me pareció ideal publicar en una editorial independiente, que no me puso limitaciones de ningún tipo y que, por ende, me permitió explotar mejor mi creatividad.
El mejor café de olla del mundo en El Espantapájaros.
Yerba mate y matero de El Cocuy, la meritita Argentina.
"Urbano" de Alejandro Betancourt, "Artefatuo" de Romina Cazón y "iPoems" de Erika Said.
En septiembre de 2013 se concretó el proyecto, le envié a Romina mi manuscrito y supe que mi creación frankesteriana titulada "iPoems: poemas en shuffle" (un juego conceptual con el iPod), vería la luz a la par con el poemario "Urbano" del buen Alejandro Betancourt, como yo, tamaulipeco.
Lanzamiento de "iPoems" libro-objeto que toma el concepto aleatorio del iPod.
Firma de libros en El Espantapájaros Café, San Juan del Río, Qro.
Nuevos lectores de nuevos poetas.
Y nuevas amistades y nuevas voces.
Ediciones El Humo
cubrió todos los gastos de edición, diseño e impresión, y aún Romina
hizo arreglos para solicitar apoyos al Instituto
Tamaulipeco de la Cultura y las Artes (ITCA), así como a su
correspondiente queretano (IQCA), para poder llevarnos a ambos poetas a
Querétaro, donde haríamos el lanzamiento de los libros acompañados de
la también tamaulipeca Lorena Illoldi, teatrista y escritora con más
experiencia, y quien tuvimos el honor de que fuera nuestra presentadora.
Claro
que pasar poco más de cincuenta y seis horas junto a tres individuos, de
alguna manera termina por hermanarte a ellos, y así filosofando sobre
cuestiones que iban desde
cuitas espirituales hasta ondas feministas, activismo y pro-diversidad, juntos llegamos a la conclusión de que la poesía cura: cada uno
de los
poemas en "iPoems" fueron una negociación conmigo misma para no
desperdiciar sentimientos, fiebres, fantasías y desquicios que se
atoraron en mi psique, y que tuve la fortuna de convertir en historias,
maleándolos como el forjador malea el metal, para crear formas tenaces con
ese fuego que me ardía adentro. Una forma de decir: esta soy yo y sin máscaras, estos son mis reflexiones más lúcidas, mis miedos irresueltos, mis obsesiones públicas y ocultas.
Algo similar le sucedió a Betancourt, quien por primera vez en su vida
se atrevió a expresar abiertamente su sexualidad, en un libro
que es tanto una confesión como un manifiesto: lanza las máscaras al
aire y se queda desnudo, desnudo y erguido, sin nadie que lo tumbe. Nos contó que en una lectura pública de algunos de los poemas de "Urbano" en
Ciudad Victoria (proyecto que logró escribir, más no publicar, gracias a
una beca estatal), ante su familia y gran parte de su conocidos, se vio
obligado accidentalmente a revelar su preferencias sexuales. De esta forma notamos
cómo la escritura de este poemario ha sido también para él, una manera de
encararse con el yo interno y aprender a amarlo y aceptarlo como es.
Fue un viaje iniciático. Era octubre, la sincronicidad y la vibra del
Día de Muertos, nos acogió en aquellas ciudades coloniales mientras
caminábamos por sus calles, explorándolas y explorándonos, porque la
poesía es un proceso que antes de escribirse, debe de vivirse.
27, 28 Y 29 de octubre de 2013.
Algunas fotografías fueron capturadas por Gabriela Chávez.