Querido diario de sueños: La inseguridad, la literatura y el cine, han afectado también mi realidad onírica.
Soñé que me perseguía la mafia mexicana (pero curiosamente "el jefe de jefes" era el ruso de La Reina del Sur), yo esquivaba las balas (rápida como en la Matrix) y me defendía con movimientos de kung fu. Escapaba por una ventana, brincaba de un piso a otro, disparaba, me disparaban, ya era "mujer muerta". Entonces llegaba Clark Kenton a rescatarme. Estaba hecho un gigante con manos de AK-47, el gigante me posaba en su hombro como si fuera una mezcla de Transformer con King Kong y juntos emprendíamos la huída.
Luego de una persecusión por los desniveles urbanos, ¡pum, pum!, ¡bang, bang!, quedábamos libres (y lo que es mejor: vivos). Finalmente él retomaba su tamaño humano, me llevaba con él a casa y hacíamos lo que hacen el héroe y la heroína en toda películas de acción. No, eso no -qué mente cochambrosa-. Lo otro. O sea, seguíamos combatiendo el crimen una y otra vez.
0 opiniones:
Publicar un comentario