Comentario escrito para mi clase de Literatura Chicana + dos poemas de este poeta emblemático.
"Encontré en Youtube
este video de una lectura en la que Alberto Urista,
a.k.a. Alurista, se presenta en una biblioteca de California. Observarlo fue más interesante que leerlo. Primero, porque de por sí la literatura chicana nace de una poesía militante escrita retóricamente para declamarse en público y conmover a las masas. Segundo, porque al menos en el caso particular de Alurista, resulta difícil separar su persona de su obra, ya que su poesía es tan lúdica y transgresora, como lo es él en cuanto a figura pública: su forma de vestir, de hablar en dos lenguas, su comportamiento al presentarse ante la audiencia, su actitud de bufón que se mofa de los academicismos y las formalidades.
La rebelión en contra de la sociedad burguesa tan propia de la posmodernidad y del chicanismo, se refleja también en el empleo inusual que el poeta hace en contra de las normas de la literatura. Esto es más evidente en su obra escrita. En ella enfatiza lo humano y lo artístico sobre lo académico y teórico, lo espontáneo y expresivo antes que la métrica bien medida y
encorsetada.
No exenta de tintes políticos, con frases como “Zapatismo en Amerindia” o “Todo para todos, nada para nosotros”, toca temas de fascismo, racismo, capitalismo, a la vez que retoma la idea del mexicano no asimilado en Estados Unidos, así como otros asuntos propios de la imaginería mexicano-americana, al hablar de personajes como cowboys, charros, indios mayas, brujas.
Pero, a diferencia de sus predecesores, Alurista lo hace desde una postura contemporánea. Un ejemplo es esta frase en la que habla de los hijos de La Llorona, dándole un giro a la historia popular. En lugar de haberse ahogado en el río del pueblo, se ahogan en prácticas propias de nuestra sociedad actual: “Her children devoured by the computer”.
Así, este poeta refresca una tradición chicana que hasta los años 70 se centró en la poesía de tinte campesino. Alurista se aleja de los guiños al corrido mexicano y a la canción popular, para inmergir en un estilo vanguardista, en el que utiliza el Spanglish e inserta el náhuatl dándole un uso no-tradicional al lenguaje. Lo mismo hace al inventar neologismos como “anglosangronía”.
También prueba a experimentar con el formato de los poemas (caligramas, comas representadas por espacios en blanco, etc) e incluso con el formato mismo del libro-objeto, como sucede en "Floricanto" (título venido del término in xochitl, in cuicatl, que en náhuatl significa poesía), en donde se incluye arte visual. Este poemario fue el primer libro bilingüe inglés-español que se publicó en Estados Unidos y, como cereza del pastel, se imprimió en un empastado de dimensiones irregulares y diferentes a las de cualquier libro que se encuentra comúnmente en bibliotecas y librerías.
Tanto la actitud ante la vida que este poeta adopta, como lo estrictamente literario de su obra, decantan en un estilo automático y espontáneo, que pasa a veces por sencillo o descuidado. Pero si se le observa minuciosamente, el lector encontrará que se trata de un escritor sumamente educado, cerebral, idealista, cuya poesía incurre en una ambición por innovar, a la vez que cumple con la finalidad social de hacer al lector consciente de la lucha de identidad por la que atraviesan los mexicano-americanos. Todo lo anterior da como resultando un producto literario bien acogido por la crítica, que se ha convertido en un estandarte de la poesía chicana posterior a él."