Los hippies quisieron revolucionar al mundo con su utopía de paz y lo único que lograron fue poner en boga un estilo de vida ("sin drogas no hay party") que dejaría al mundo sumido en una era de violencia debido a la aguerrida industria que, sin saberlo, ellos mismos contribuyeron a crear: la del narcotráfico.
sábado, 13 de noviembre de 2010
martes, 9 de noviembre de 2010
Guía práctica para asistir a un encuentro de escritores (y que te vuelvan a invitar a otro).
ANTES DEL ENCUENTRO...
1. No stalkees (acoses) al organizador, ni en vivo, ni por correo electrónico, ni de otra forma. No te imaginas lo ocupado que está en esas fechas estructurando el programa, confirmando asistencias y atendiendo citas con quienes van a facilitar el lugar. Si tienes dudas que puedan resolverse con tu lógica, hazle un favor y no lo fastidies.
2. Prepara los textos que vas a presentar. Una técnica útil es tantear el tipo de encuentro (en base a su nombre, a la convocatoria, al programa del evento) para intuir qué clase de gente irá, de qué edades, qué probables gustos, y así seleccionar textos que puedan interesar a ese determinado grupo.
3. Que no te desanime el hecho de no conocer a nadie. Aviéntate, ve. Lo más seguro es que ahí hagas amigos. Después de todo vas a un encuentro de escritores: de gente con casi los mismos intereses que tú.
4. Junta dinero con anticipación. Asumiendo que asistirás a un encuentro fuera de tu ciudad: piensa en tu dignidad. En los viajes todos tienen el presupuesto contado y a nadie le caen bien aquellos que piden para acompletarse la torta o fuman de los cigarrillos de los demás o se sirven de tu cerveza en el bar.
CUANDO TE TOQUE ESTAR AL FRENTE...
5. No hables demasiado al dar la introducción. Los demás están ahí para escucharte leer; si quieren saber sobre tu vida, te lo preguntarán más tarde. Igualmente, si quieres darle las gracias a alguien por algo, dáselas después.
6. Por el contrario, no le tengas miedo al micrófono. Puedes amenizar con bromas, comentarios sarcásticos o una simple sonrisa. Así ganarás la atención y la simpatía de los espectadores. Aunque a veces ponerse en el papel de "el escritor misterioso" también rinde resultados.
7. Lee fuerte y pausado, bien pegado al micro, pero no tanto, pues ojo: la baba también hace ruido. Leer con claridad es básico para lograr que la gente no se aburra con tu presentación.
8. Evita elegir textos rebuscados, muy largos, o saturados de palabras rimbombantes. En las lecturas públicas tiene mejor efecto lo coloquial, lo breve y lo conciso. Acuérdate que en cuestión de literatura, es mucho más difícil acaparar la atención auditiva que atrapar un ojo lector.
9. No lleves una laptop y leas directamente de ella (al menos que estés presentando algo en un proyector o tengas una MAC muy chévere la cual quieras sacar a relucir). La computadora es incómoda para leer: te confunde los renglones, tienes que estar dando click al cursor, te tapa la cara y denota que no tuviste la atención de traer tus textos desde casa o al menos ir a un cibercafé -que los hay en cada esquina- a imprimirlos.
10. No seas de actitud alzada (o sea, mamón). Puedes tener muchos premios y ser el mejor escritor presente, pero acuérdate que la diferencia crucial entre un intelectual y un intelectualoide radica precisamente en este punto, el cual no sólo hay que tomar en cuenta a la hora de asistir a un encuentro literario sino toda tu vida: la humildad permite ser autocrítico y por consiguiente producir trabajos de mayor calidad. Además, si crees que la actitud poetstar te conseguirá chavas, estás en un error: a las artistas les gusta más la buena ondez de un escritor accesible (...y sensible).
6. Por el contrario, no le tengas miedo al micrófono. Puedes amenizar con bromas, comentarios sarcásticos o una simple sonrisa. Así ganarás la atención y la simpatía de los espectadores. Aunque a veces ponerse en el papel de "el escritor misterioso" también rinde resultados.
7. Lee fuerte y pausado, bien pegado al micro, pero no tanto, pues ojo: la baba también hace ruido. Leer con claridad es básico para lograr que la gente no se aburra con tu presentación.
8. Evita elegir textos rebuscados, muy largos, o saturados de palabras rimbombantes. En las lecturas públicas tiene mejor efecto lo coloquial, lo breve y lo conciso. Acuérdate que en cuestión de literatura, es mucho más difícil acaparar la atención auditiva que atrapar un ojo lector.
9. No lleves una laptop y leas directamente de ella (al menos que estés presentando algo en un proyector o tengas una MAC muy chévere la cual quieras sacar a relucir). La computadora es incómoda para leer: te confunde los renglones, tienes que estar dando click al cursor, te tapa la cara y denota que no tuviste la atención de traer tus textos desde casa o al menos ir a un cibercafé -que los hay en cada esquina- a imprimirlos.
10. No seas de actitud alzada (o sea, mamón). Puedes tener muchos premios y ser el mejor escritor presente, pero acuérdate que la diferencia crucial entre un intelectual y un intelectualoide radica precisamente en este punto, el cual no sólo hay que tomar en cuenta a la hora de asistir a un encuentro literario sino toda tu vida: la humildad permite ser autocrítico y por consiguiente producir trabajos de mayor calidad. Además, si crees que la actitud poetstar te conseguirá chavas, estás en un error: a las artistas les gusta más la buena ondez de un escritor accesible (...y sensible).
CUANDO SEAS ESPECTADOR...
11. No es necesario expresar TODAS tus opiniones durane los foros de debate (menos si te extiendes más de cinco minutos y los nervios te hacen producir verborrea inútil). El público prefiere saber sobre el presentador que está al frente, ya vendrá tu turno de ser el protagonista.
12. Escuchar (o nada más oír) al que está al micrófono, pero en silencio, pues. Es verdad que no todas las lecturas son taaan interesantes, mas trata de ser respetuoso con los demás: mantener la vista en el escenario aunque tu mente esté en otro lado, no entrar y salir de la sala, no bostezar estruendosamente ni reírse a carcajadas del chiste que te contó al oído quien estaba a tu lado.
13. Si suena un celular, no voltees a ver quién es, ni le frunzas el ceño como madre reprensiva. Igual falta de respeto es el hecho de que tú estés distrayéndote con eso, que la acción del otro de no apagar su celular.
14. Genera polémica, sin agredir: Si no estás de acuerdo con algo, dilo. Es divertidísimo ver opiniones encontradas y cómo cada quién defiende su punto. Los ligeros ataques le quitan al ambiente ese aire de seriedad. Pero sobre todas las cosas hay que recordar que somos seres civilizados, guardar el tacto y no hacer ofensas personales ni aventar sillas o micrófonos.
15. Cuida tu programa impreso No cuides tu programa impreso: Tendrás que estarlo pidiendo prestado a todo el mundo a lo largo del encuentro, y ahora que lo pienso, quizá es la técnica más usada para sacar plática a los desconocidos (mmmhh, ahora todo tiene sentido).
17. No te aísles en el rincón. Trata de sacar plática a alguien que ande solo o de acoplarte a los círculos que se vean más animados (si eres de pocas palabras, estos círculos masivos facilitan tu integración sin necesidad de que hables mucho).
18. Pide el contacto de todos (e-mail, teléfonos), el día de mañana te pueden beneficiar, nunca sabes de dónde va a salir una amistad entrañable o la invitación a otro encuentro, a publicar, a viajar.
19. Borrachera... ¿por qué no? A veces todos necesitamos del lubricante social llamado alcohol. Pero cuidado con dar espectáculos a la primera: vomitar, besarte con un recién conocido o acosar a la escritora más guapa, son cosas que quizá tú olvides al día siguiente, pero los demás recordarán siempre.
Son los consejos que te doy, ¡porque tu amiga la Kika soy! xD
12. Escuchar (o nada más oír) al que está al micrófono, pero en silencio, pues. Es verdad que no todas las lecturas son taaan interesantes, mas trata de ser respetuoso con los demás: mantener la vista en el escenario aunque tu mente esté en otro lado, no entrar y salir de la sala, no bostezar estruendosamente ni reírse a carcajadas del chiste que te contó al oído quien estaba a tu lado.
13. Si suena un celular, no voltees a ver quién es, ni le frunzas el ceño como madre reprensiva. Igual falta de respeto es el hecho de que tú estés distrayéndote con eso, que la acción del otro de no apagar su celular.
14. Genera polémica, sin agredir: Si no estás de acuerdo con algo, dilo. Es divertidísimo ver opiniones encontradas y cómo cada quién defiende su punto. Los ligeros ataques le quitan al ambiente ese aire de seriedad. Pero sobre todas las cosas hay que recordar que somos seres civilizados, guardar el tacto y no hacer ofensas personales ni aventar sillas o micrófonos.
15.
CUANDO ESTÉN EN EL BRAKE, LA COMIDA O EL CONVIVIO...
16. Evita los chismes y las quejas. Para quienes no te conocen, es la primera impresión que darás: un grumpy, resentido y mal vibroso.17. No te aísles en el rincón. Trata de sacar plática a alguien que ande solo o de acoplarte a los círculos que se vean más animados (si eres de pocas palabras, estos círculos masivos facilitan tu integración sin necesidad de que hables mucho).
18. Pide el contacto de todos (e-mail, teléfonos), el día de mañana te pueden beneficiar, nunca sabes de dónde va a salir una amistad entrañable o la invitación a otro encuentro, a publicar, a viajar.
19. Borrachera... ¿por qué no? A veces todos necesitamos del lubricante social llamado alcohol. Pero cuidado con dar espectáculos a la primera: vomitar, besarte con un recién conocido o acosar a la escritora más guapa, son cosas que quizá tú olvides al día siguiente, pero los demás recordarán siempre.
EJEMPLO DE UN ENCUENTRO (AL QUE ASISTÍ)
20. En general la cosa consiste en: no hablar de más ni de menos, mantener actitudes cordiales y respetar siempre a los demás, sus opiniones, sus textos y sus formas de ser.
Son los consejos que te doy, ¡porque tu amiga la Kika soy! xD
Posted by Erika Said 3 opiniones
Labels: Consciencia, Cultura, literatura
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Y Wendy darketa creció (o La Metamorfosis)
Anoche en un sueño volví a mis dieciséis años: capas y capas de ropa negra, botas y los ojos pintados a la Siouxie Sioux, pulseras de picos, rosarios, pentagramas. Una adolescente incomprendida cuyo hobbie era escuchar Doom Metal para ponerse a llorar. Una goth que en los recesos de la preparatoria se quedaba a leer Lovecraft en lugar de salir a cotorrear con el resto de los mortales (y es que, les juro, alguna vez me creí vampiro).
Anoche en mi sueño supe, que mis depresiones del pasado no eran más que berrinches de una niñez tardía. E igual como uno se duerme y se despierta de la noche a la mañana, yo desperté un día ya mutada en adulta: el drama me daba hueva, me vestía de colores, me juntaba con gente normal -a veces los mismos de siempre que, como yo, habían cambiado-, los intentos de expresión radical se atenuaron. De la persona que fui durante siete años sólo me quedó una extravagancia casi imperceptible, una sensibilidad menos torpe y ese carácter antisocial -ahora auténtico- que producen las ganas de mandar todo al carajo pues lo único que se quiere es leer un puto libro, un puto buen libro.
Anoche en mi sueño yo era una niña confundida, psicótica, triste; quería llamar la atención. Y cuando desperté... lo interesante ya no estaba ahí. Me había convertido en una mujer. Común, ñoña, aburrida, estable ...al fin en paz conmigo misma.
Posted by Erika Said 5 opiniones
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