Por estas reminiscencias literarias, desde 1930, en España se consideró el 23 de abril como El Día del Libro; excusa perfecta para intercambiar libros entre los seres queridos y para hacer entrega del premio Cervantes, que en épocas monárquicas era otorgado por el rey español.
Coincidió que ese día también era la celebración de San Jorge (santo patrono de Cataluña), por lo que en esta ciudad era tradicional que los amantes regalaran una rosa a sus novias. Así nació en España la tradición del 23 de abril regalar un libro con una rosa, o de dar una flor a cambio de un libro.
A partir del 2001 la UNESCO acepta la fecha como celebración mundial. Al rededor del mundo se hacen eventos para promover la lectura e incluso se está instaurando una bella costumbre que nace de un movimiento llamado "Libro Libre": liberar un libro dejándolo en un lugar público (una banca en el parque, el asiento del metro, la parada del micro, la mesa de un café o de un restaurant) con la adscripción "hoy te has encontrado con un libro libre".
La consigna es leerlo y volverlo a liberar. La consiga es también, elegir uno de entre tu librero y dejarlo libre.