lunes, 21 de septiembre de 2009

The time of your life

La casa nunca está sucia, nada más huele a cigarro. El refri no está vacío y la cama nunca está fría. Los libros desfilan en la mesita de noche, yo tengo suficiente tiempo para no ser la que era antes, para apestarme a cloro lavando el baño, para ver películas todos los días y hasta la televisión, para releer Rayuela y escribir una etapa nueva que no me urge dejar atrás.

Momentos lindos, de adaptación, de no querer soltar al marido, de checar el periódico de ofertas para ir a la tienda más bara, y luego me le quedo viendo, siempre anda cansado y somnoliento, entonces pienso que algún día, comeremos en nuestro super comedor y llevándonos a la boca un pedazo de arrachera (de la cara ja) nos diremos, con el tono nostálgico que aún de repente suelo adoptar -pues a veces también tengo tiempo suficiente para deprimirme-: "¿Te acuerdas cuando comíamos burguers de a dolar sentados en el piso de nuestro primer depa?".

martes, 8 de septiembre de 2009

Inglorious Basterds

(No se las cuento, lo juro)

Y dale con otra película de los Nazis, de nuevo con la visión americana, pero no de cualquier americano, sino de aquél que se logró con películas de gángsters y dealers (Pulp Fiction, Reservoir Dogs, creo que sobra mencionar cuáles más), cuya esencia -de por sí irónica- se fue tornando menos realista y más caricaturezca hasta terminar dirigiendo películas como Kill Bill.

Pues con Inglorious Basterds se nota que sigue en el camino de esa evolución, más rumbo al cine de comic (recordémoslo como productor de Grind House y de Sin City), pero esta vez llevando hechos históricos al absurdo -un atentado ficticio, de los muchos que hubo contra el Führer alemán-, donde nos mostrará un Hitler deformado al ridículo y unos alemanes que, sin perder la crueldad con la que se les ha caracterizado a lo largo del siglo, terminan por caer en la trampa de los ingeniosos, valientes, personajes de Tarantino.

Un amigo me dijo "no está tan violenta". Yo opino que, como muchas de sus películas, la violencia no es visual, sino psicológica. Y aunque esta vez no alteró el orden cronológico, la firma de Quentin ahí está: los apodos ingeniosos, las tomas de duración larga con mucho diálogo (yo casi me duermo en una), la diversidad cultural (aunque como siempre con el gringo de héroe), la nunca faltante escena en la cafetería, el tabaco, las armas y la sangre.

Mis espectativas no las llenó y al parecer sucedió lo mismo en Cannes. Quizá yo me puse muy exigente, pero hubo partes aburridas de las que pudieron prescindir (ya que la película es larguísima), actuaciones mediocres -Brad Pitt, jeje-, finales predecibles y lo que más me dolió: un estilo alejado de su remoto cine de gánster.

Entiendo que como director quiera experimentar, pero yo siento, algo me dice, que buscó darle gusto a sus fans de las películas más vendidas -Kill Bill-, y olvidó la sencillez de otras como Jackie Brown. Pero qué se le va a hacer, ganar ocho dólares por cada uno de nosotros, vale su esfuerzo y ya entre nos, cualquier película de Tarantino brinda cierta garantía al espectador de que pasará un rato óptimo de entretenimiento. Así que no me puedo quejar, bien valió mi dinero.


PD. ¡¡La de Machete sí fue de neta!! Sale en el 2010.

 
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