Yo me enamoro de la inteligencia, y me enamoro de los que se enamoran de mi inteligencia y también me enamoro de los que se enamoran de que me enamore de su inteligencia, es un círculo vicioso donde ningún tonto cabe, pero donde los inteligentes terminamos siendo inevitablemente tontos.
jueves, 22 de mayo de 2008
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