martes, 29 de abril de 2008

La fiesta de Karl Lagerfeld

Érase una fiesta en una casa bastante convencional, de un piso, donde había música de Hot Chip, Simian Mobile Disco, Junior Boy y así por el estilo. Había gente por todos lados... gente al fashion más vintage, más chic, cual fiesta casera de The Cobra Snake. Todos bailaban, y cantaban, y reían, y comentaban, pero Eva lloraba, sin enjugarse las lágrimas, sólo buscando a sus conocidos.

Por fin se sintió cómoda al sentir la presencia de Susi, Chuy, Pedro, Samuel... mas el invitado principal de la noche, era Karl Lagerfeld (encargado de la casa Coco Chanel), quien se encontraba, rodeado de modelos y bellas mujeres, en un pequeño cubículo a la vista de todos, adornado lounge. Eva se emocionó de verlo en vivo y de cerca, pero de ninguna manera se sintió candidata para correra a saludarlo.

Seguía llorando... sus amigos se habían acercado a ella, y cada quién a su manera, habían tratado de animarla, de averiguar qué le pasaba. Pero nunca nadie lo supo, ni siquiera ella misma.

Entró a una habitación, contigua a la cocina y con puerta y ventana al pequeño patio trasero, donde había todavía más gente. En ese espacio se proyectaba una película en el techo, de alguna manera conceptual y extraña, los espectadores tenían que echarse al suelo para observarla. Eva se recostó en un cojín y dejó caer las lágrimas (que nunca habían dejado de brotar) por sus cienes. Se acercó Chumel y le dijo:

-Oye Eva, ¿ya pagaste los 30 pesos del cover por ver la película?

Ella sacó el dinero de su cartera, y sin parar de llorar se lo entregó a Chumel. Quien le dio dos o tres palabras de ánimo, y se retiró. Pero Eva no se había quedado sola... estaba acompañada de alguien cuya presencia el narrador sintió, pero ni la Eva misma pudo descifrar.

Nadie nunca lo supo... talvez hubiera sido pecaminoso saberlo.


28 de abril 2008, 4 am - 2 pm

0 opiniones:

 
design by suckmylolly.com