jueves, 18 de marzo de 2010

El amante de Janis Joplin, novela de Élmer Mendoza.

Ahora les voy a recomendar una novelita, cuyas 250 páginas me tragué en tres días. Algo rápido, ¿no? La verdad es que no había leído con tal ímpetu desde mis épocas de bachillerato, y no es precisamente porque ahora me falte tiempo, sino porque nada me había invitado a estar pegada al libro día y noche como lo hizo El Amante de Janis Joplin de Élmer Mendoza.

Con una prosa que recupera la frescura del lenguaje coloquial del norte de México y unas imágenes que nos ponen a vivir el ambiente urbano sinaloénse, la playa, el California gringo de los 70s y la corrupción imperante en México ya desde esos años en los que el narcotráfico empezaba a tomar fuerza. Las reminiscencias sociales son de todo tipo: desde los Rolling Stones hasta Carlos Marx, desde Jesús Malverde hasta el Che Guevara.

David, el protagonista, es uno de esos seres ignorantes de los que tanto hay en nuestro país, morenito, trompudo y dientón, con una inocencia que raya en la estupidez y desprovisto de malicia. Tiene una voz interior que dice ser su "parte reencarnable", algo así como su alterego, con quien mantendrá constantes pleitos que al lector le sacan las carcajadas.

Los coprotagonistas son igual de encantadores: el Chato representa el espíritu revolucionario de los estudiantes de los 70s, patria libre o morir. El Cholo indica la manera en la que un sujeto ambicioso, pero de gran corazón, se introduce en el prolífico negocio del tráfico de drogas. Y la Nena es la típica joven idealista que sufre el desencanto de saberse en un país lleno de injusticia. También está el jefe de familia clase media, la candente costeña ninfómana, los pescadores vivarachos, los narcos prepotentes y los narcos buena onda, los políticos indiferentes y los policías corruptos.

El título del libro va en torno a David, quien a pesar de su casi retraso mental tiene una suerte que lo salva de las situaciones más absurdas. Termina yéndose a Los Ángeles con el equipo de beisból que su tío patrocina -un señor urbano y clasemediero, no serrano y pobre como David-. Allá, caminando de noche por la calle, se topa a Janis Joplin, quien lo dirige a un cuarto de hotel y le quita la virginidad. "El Cholo sabía que Janis tenía esa costumbre, que de tanto en tanto buscaba obreros o raza de la calle para acostarse con ellos pues era bien alivianada". A partir de entonces, David sólo soñará con volver a Los Ángeles y casarse con ella.

Ahí en la foto, Élmer Mendoza firmando mi libro en la FIL, me dijo "¿Cómo te llamas?" y yo "Erika, sin c, con pura k" y me firmó: "Para Erika, con puro corazón y con pura k". Simpatiquísimo el hombre :)

2 opiniones:

Nobody knows the other side of my house dijo...

Mi pelí favorita por muchos años ... rifa bien cabrón esa movie y Garden state, pero más The cook ... Le mando hartos abrazos ... qué chido lo del libro de Elmer Mendoza .. lo consideraré ...

svetlana dijo...

Recien leo tu blog y siento que nos conocemos de antaño. Me simpatiza la linea que sigues
Desde Republica Dominicana , un abrazo, de Erica con CC!!!!

 
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