miércoles, 4 de junio de 2008

Visitas submarinas

Querido diario de sueños...

Eva y Ulises tenían un bote inflable que además era submarino. Era compacto, pero cabían cuatro personas. Viajaron en él a un complejo de departamentos submarinos del que eran socios. Cada departamento era como una van con todo integrado, su pequeña cocineta, frigobar, una mesita y un par de camas dimutas. Por las ventanas se veían los peces y los tiburones.

Habían recibido visitas... Ana, Bekka y Ramón. Los había llevado un submarino-bus que paseaba turistas hacia los departamentos.

Eva estuvo feliz de recibirlos, aunque Ulises se mostraba incómodo por la presencia de alguno de ellos. Lo único que había en el frigobar, por ocupar todo su espacio, era una gran caja de jugo de uvas, que Eva ofreció a sus invitados.

Sonó la alarma de emergencia, el lugar se iba a deplomar. Todos entraron en un pánico nervioso, tenían que tomar su bote inflable que además era submarino, pero no cabían los cinco, uno se tenía que quedar.

Ulises decidió que se quedara Ramón, y desde la lejanía en el bote inflable que además era submarino, vieron los departamentos caer poco a poco.

Mientras Ulises conducía, irrumpió en el bote un silencio general. Eva y las demás muchachas sólo esperaron, sin decir nada, que Ramón pudiera tomar el submarino-bus a tiempo.

2 opiniones:

Payoman dijo...

...Eso era todo pinche Kika...


...Fuga a ponernos bien pedotes jejejeje...

becca dijo...

En realidad no creo que Ramòn alcanze el bus submarino de nuevo, tal vez se quedo viendo las aletas de una sirena, una sirena que aveces es pelirroja o aveces es trigueña o como el la prefiera.

Me gusta mucho tu trabajo Erika, realmente lo disfruto.

te quiero.

tu amigui chiple
Rebeca.

 
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